El presidente de Colombia, Gustavo Petro, firmó el histórico acuerdo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y así quedó establecido el cese al fuego con tres ejes: es bilateral, por seis meses y nacional, y es la primera vez que se consigue en el contexto del conflicto armado que lleva más de 60 años en el país. “Aquí se acaba una fase, se acaba la insurgencia armada en América latina con sus mitos y con sus realidades”, sostuvo el mandatario al frente de la delegación de paz de su Gobierno.
Según anunció Petro, el pacto contiene “una promesa”: que el 25 de mayo de 2025 “cese definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia”. La ceremonia de cierre del tercer ciclo de negociaciones, que se demoró un día, se llevó a cabo en La Habana, Cuba, con el acompañamiento del mandatario Miguel Díaz Canel; así como el alto comisionado de Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El diálogo con el ELN, la guerrilla activa más antigua de Colombia y la última, se reanudó en noviembre del año pasado con el renovado impulso que dio la llegada al poder de Petro, el primer presidente colombiano de izquierda y quien en su juventud fue guerrillero del extinto Movimiento 19 de Abril (M-19) y que tiene dentro de su programa de Gobierno el llamado a la “paz total”. Desde entonces, las partes retomaron la mesa de negociación que inició en 2017 con el gobierno de Juan Manuel Santos, pero fue suspendida por más de tres años durante el mandato del conservador Iván Duque.
“Este proceso de paz tiene que ser distinto, queremos ver realmente los cambios”, pidió Antonio García desde la amplia mesa larga en la que este viernes el Gobierno y la guerrilla que comanda sellaron el acuerdo histórico. La disposición para hacerlo estuvo incluso desde antes de que el Gobierno del Pacto Histórico llegara al Ejecutivo: "El ELN mantiene activo su sistema de lucha y resistencia política y militar, pero también su plena disposición para avanzar en un proceso de paz que dé continuidad a la mesa de conversaciones iniciada en Quito en febrero de 2017", comunicó, en junio del año pasado, el ELN en Voces el sitio que utilizan para realizar sus comunicaciones, y exigió una nueva "doctrina de seguridad y derechos humanos".
Ahora, García apuntó que la organización de la que hace parte será “la voz de la sociedad”. En esa línea, explicó que no se trata de un acuerdo que será sólo entre el Gobierno y el ELN, sino que lo que buscan es la participación activa de la sociedad. “Queremos inciarnos en este proceso dándole la voz a la sociedad, haciendo un intento del retiro de la violencia para que la voz se pueda escuchar más. Ese es el mensaje que transmite el acuerdo”, indicó e hizo énfasis en los dos puntos del pacto firmado. Uno, el alistamiento para participación de la sociedad y, dos, alistamiento para un cese al fuego bilateral que empezará gradualmente, “para que la sociedad pueda ir encontrando identidades con esta búsqueda de paz”.
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Allí, también estuvieron representantes de los países garantes del proceso como Brasil, Chile, Venezuela y México. De los acompañantes participaron Alemania, España, Suecia y Noruega y los observadores permanentes. "Agradecerle a Cuba no es solamente de este momento, de este proceso, sino que viene acompañando un esfuerzo porque en Colombia no nos matemos desde hace décadas", manifestó Petro, al comienzo de su discurso en el que aprovechó para criticar el hecho de que la isla esté incluida en la lista de los países "patrocinadores del terrorismo" por Estados Unidos.
Conforme a su estilo, el presidente colombiano hizo un recorrido histórico de la violencia en su país, así como de las distintas instancias de paz que se negociaron, pero que no llegaron a buen puerto. Algunas de esas de las que él mismo hizo parte a fines de la década de 1980, cuando era integrante del M-19. "Vinimos a entregarle a Colombia la paz que se construye aquí, que cada vez se liga más al cambio, de ahí su esencia revolucionaria", manifestó Petro.
También, aprovechó para hacer una lectura geopolítica para concluir que Colombia está del lado de la paz. "Hoy más que nunca tenemos que cambiar las formas de producir, de consumir, de existir, otra vez, d cómo nos relacionamos entre los seres humanos. Si seguimos por donde vamos, perecemos, si cambiamos esas relaciones y formas podemos vivir. Por lo tanto, estamos del lado de la vida. Y, ustedes las y los comandantes, al firmar estos acuerdos progresivos, se están colocando en unas circunstancias muy diferentes a cuando se firmaron los acuerdos del 84 y del 89, aquí nace un nuevo mundo. De alguna manera, hay que entenderlo en su dimensión histórica en el fluir dialectico. Aquí se acaba una fase, la insurgencia armada en América Latina con sus mitos y con sus realidades, de la que hicimos parte todos de los que estamos aquí", aseguró.
"No nos hemos podido construir como nación, que una nación es el pacto entre sus integrantes en la sociedad", afirmó Petro, en una lectura crítica sobre la violencia que vive en país que, al momento, sólo firmó un Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en 2016. También, respondió al pedido hecho por el ELN. "Ustedes proponen un acuerdo nacional, estoy de acuerdo, entonces la sociedad colombiana tiene hoy que debatirlo y participar. No hay acuerdo si no hay diálogo", señaló y marcó que esas circunstancias se pueden dar en tanto haya derechos garantizados para la sociedad.
Sobre el final, Petro, anunció que el pacto firmado en esta jornada contiene, a la vez, la promesa de que para el 25 de mayo del 2025 se cese "definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia". "Proteger el corazón, si es posible, no es sólo proteger un mito y una organización, sino darle rienda y vuelta al pueblo, que pueda expresarse en toda su libertad, que el pueblo vuelto poderoso pueda ayudar a construir esa nación que queremos", dijo y en una cita al escritor Gabriel García Márquez, en Cien años de soledad, auguró que a diferencia del final de ese libro "hay una segunda oportunidad".
Cronograma y puntos del acuerdo
La implementación plena del cese el fuego bilateral, nacional y temporal por seis meses entre Gobierno y ELN, según la lectura de los términos del acuerdo que estuvo en manos del canciller de Cuba, Bruno Rodríguez. La firma se dio sobre el primero de los tres Acuerdos de La Habana, que posibilitan el avance hacia un proceso de paz.
- El proceso de alistamiento comienza este viernes 9 de junio y en proceso gradual, determina que irá hasta el 5 de julio, con la instalación de un mecanismo de comunicación entre las partes, a través del representante de la ONU en Colombia. El cese de operaciones ofensivas se hará vigente desde el próximo 6 de julio.
- El cuarto ciclo de negociaciones inicia el 14 de agosto en Venezuela.
- El Presidente de Colombia, Gustavo Petro; y el comandante del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, los países garantes y las partes acompañantes. “Las partes ratifican que la mesa de diálogo entre las partes entra en una actividad permanente que conjuga distintas modalidades de trabajo en diversos escenarios y tiempos, manteniéndose los ciclos de conversaciones”, afirmó el canciller cubano Rodríguez, que representa al gobierno de la isla, país que es garante del proceso de paz.
Según leyó, el primero de los tres puntos del acuerdo define “los preparativos para la participación de la sociedad en la construcción de la paz”. Por eso se define una convocatoria a la sociedad para participar en el proceso de paz, y la conformación de equipos preparatorios para la instalación del llamado Comité Nacional de la Participación y se ordena la elaboración del reglamento operativo y el plan de trabajo de este Comité, que será instalado públicamente el próximo 25 de julio de 2023.
El segundo punto del acuerdo es el cese el fuego bilateral, nacional y temporal por seis meses entre las partes y que en su fase inicial cuenta también con tres momentos:
1. Con el anuncio las partes dan inicio al proceso de alistamiento del cese al fuego bilateral. Del 9 de junio al 5 de julio de 2023 se surte un proceso de alistamiento que incluye, entre otros, la activación de un canal de comunicación entre las partes, a través del representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas en Colombia.
La redacción de los protocolos pendientes, el inicio de las actividades de pedagogía y la preparación para la puesta en marcha para el mecanismo de monitoreo y verificación. “Las órdenes del cese de operaciones ofensivas por las partes se harán vigentes desde el 6 de julio de 2023”, recoge el texto del acuerdo.
2. El 10 de julio de 2023 se hará una reunión plenaria y presencial de la mesa de diálogo de paz para aprobar los protocolos elaborados durante ese período se continuarán desarrollando las actividades de pedagogía.
3. El 3 de agosto de 2023 iniciará la implementación plena del proceso de alistamiento del cese el fuego bilateral nacional y temporal con la aplicación en su totalidad de los protocolos y el completo funcionamiento del mecanismo de monitoreo y verificación en todas sus instancias.
A partir de esa fecha se empiezan a contar los 180 días de vigencia del proceso de alistamiento del cese al fuego bilateral nacional y temporal el cual tendrá ocasión de continuidad, previa evaluación de las partes. El tercer punto del acuerdo es la definición del cuándo y dónde se hará el cuarto ciclo de negociaciones: serán entre el 14 de agosto y el 4 de septiembre de 2023, en Venezuela. Allí, según dispusieron, entre los distintos puntos se hará “un balance de los acuerdos suscritos”.