Un grupo de militares del Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR), liderados por el capitán Ibrahim Traoré, depusó hoy al líder de la junta de Burkina Faso y presidente de transición del país, Paul-Henri Sandaogo Damiba, que en enero había asumido el poder a través de un golpe de Estado.
Los golpistas también anunciaron el cierre de fronteras terrestres y aéreas a partir de la medianoche, así como la suspensión de la Constitución y la disolución del Gobierno.
Los militares, que defendieron su actitud ante el descontento de la población por la inseguridad que provoca el movimiento yihadista, anunciaron en la televisión estatal la suspensión del Gobierno de transición, de la Constitución y el cierre de fronteras terrestres y aéreas a partir de la medianoche, informó el portal de noticias Burkina 24.
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Traoré, acompañado de un grupo de militares ataviados con sus uniformes y cascos, se autoproclamó líder del MPSR e impuso un toque de queda entre las 21 y las 5.
Asimismo, suspendió las actividades políticas en todo el país.
El capitán burkinés, jefe del cuerpo del regimiento de artillería de la ciudad de Kaya, será designado más tarde de forma oficial.
El golpe se produce después de que la capital Uagadugú fuera escenario hoy de una explosión y un intenso tiroteo, seguido de un importante despliegue militar y la suspensión de las emisiones de la cadena de televisión pública, reprodujo la agencia de noticias Europa Press.
La movilización de militares ocurrió tras una explosión en los alrededores en el aeropuerto de la capital, mientras que testigos citados por la revista Jeune Afrique dijeron que los disparos fueron efectuados también cerca del Palacio Presidencial y la base Baba Sy, cuartel general del presidente de transición.
La confusión sobre la situación se vio acrecentada por la instalación de numerosas barricadas armadas por militares en varios puntos de la ciudad, incluidos los alrededores del Palacio Presidencial, mientras que un grupo de manifestantes salió a las calles de Uagadugú para pedir la dimisión de Damiba y la liberación de Emmanuel Zoungrana, sospechoso de planificar un intento de golpe previo al que puso en el poder a Damiba.
El país se encuentra desde enero controlado por una junta militar tras el golpe dado por Damiba contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo.
La nación africana ha experimentado un aumento significativo de los ataques desde 2015, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, los que contribuyeron también a incrementar la violencia intercomunitaria y generaron el florecimento de los grupos de autodefensa.
Con información de Télam