El Gobierno alemán rechazó hoy la posibilidad de abrir el gasoducto ruso Nord Stream 2, en oposición a una propuesta en ese sentido hecha por el vicepresidente del Bundestag (Cámara baja) y como han venido sugiriendo algunos políticos alemanes para sortear la crisis energética que se avecina en Europa de cara al invierno.
El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, se desmarcó claramente de las exigencias del vicepresidente de su formación (Partido Liberal, FDP), Wolfgang Kubicki, de poner en funcionamiento el gasoducto Nord Stream 2, anuncio que tranquilizó por el momento al Gobierno de Ucrania, preocupado por el hecho de que la urgencia induzca a países amigos como Alemania a negociar con su actual enemigo Rusia.
Lindner, que es el líder del FDP, uno de los tres partidos que integran la coalición gubernamental alemana junto a los socialdemócratas del SPD y Los Verdes, considera la propuesta "errónea y absurda", dijo en Berlín una vocera de su Ministerio.
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A su vez, el portavoz adjunto del Ejecutivo, Wolfgang Büchner, señaló que tampoco había planes para poner en marcha el gasoducto y agregó que la reanudación del proyecto no era objeto de debate, informó la agencia de noticias alemana DPA.
Horas antes, Kubicki había exigido: "Debemos abrir el Nord Stream 2 ahora, lo antes posible, para llenar nuestras instalaciones de almacenamiento de gas para el invierno".
En declaraciones a la red de medios RND, subrayó que no había "ninguna razón sensata para no abrir el Nord Stream 2".
Indicó que si el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decide no suministrar más gas, Alemania no ha perdido nada.
"Si nos llega más gas por esta vía, tal vez incluso toda la cantidad garantizada por contrato, contribuirá a evitar que la gente se congele en invierno y que nuestra industria sufra graves daños", agregó Kubicki.
Además, otros políticos alemanes, entre ellos el excanciller Gerhard Schroeder, se han mostrado a favor de negociar con Rusia para evitar la crisis energética en un país altamente dependiente del gas ruso.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, había rechazado de plano esa opción y dijo que algunos políticos alemanes son un ejemplo de dependencia respecto del suministro energético de Moscú.
"Los llamados de algunos políticos alemanes para lanzar NS2 por un tiempo y cerrarlo más tarde son totalmente irracionales. Esto se asemeja a la adicción a las drogas, cuando una persona dice "¡Solo una última vez!" sin darse cuenta de las devastadoras consecuencias de cada "última vez". ¡La adicción al gas ruso mata!", escribió Kuleba en su cuenta de Twitter.
El pasado 27 de julio, el gigante energético ruso Gazprom paró por razones técnicas una segunda turbina en una estación de bombeo de Nord Stream 1 (NS1), lo que redujo el flujo de gas por esa tubería submarina que conecta a Rusia con Alemania hasta un 20 % de la capacidad nominal, frente al nivel del 40 % que se mantenía desde mediados de junio.
El segundo gasoducto submarino, Nord Stream 2 (NS2), quedó paralizado en la fase de certificación debido a las sanciones que Occidente impuso a Rusia en relación con la invasión a Ucrania.
Con información de Télam