Cientos de miles de personas salieron a las calles de ciudades y pueblos de Alemania este fin de semana, en la segunda semana de protestas nacionales contra el partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD).
Las manifestaciones han cobrado fuerza después de que el sitio web de investigación Correctiv informara de una reunión de extremistas de derechas en Potsdam en la que se debatieron políticas migratorias que incluían deportaciones masivas de personas de origen extranjero.
La AfD, que ocupa el segundo lugar en las encuestas nacionales, ha negado que los planes migratorios mencionados constituyan la política del partido.
El domingo se celebraron concentraciones en Berlín, Múnich y Colonia, así como en bastiones electorales más tradicionales de la AfD en el este de Alemania, como Leipzig y Dresde, con una participación en muchos lugares muy superior a la esperada.
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En Múnich, los organizadores pusieron fin a la manifestación antes de tiempo debido a la masificación, con unos 100.000 participantes, según la policía. Los organizadores de la protesta dijeron que asistieron 200.000 personas. Al comienzo de la manifestación en Berlín había 30.000 personas y el número iba en aumento, según la policía.
Varias decenas de miles de personas también salieron a la calle el domingo en Colonia y Bremen. Los organizadores del evento calcularon que unas 300.000 personas se manifestaron el sábado en todo el país.
La clase política alemana reaccionó contra el partido AfD
"Es una señal al mundo de que no vamos a permitir que esto ocurra sin que nos pronunciemos al respecto", declaró Steffi Kirschenmann, asesora social de Fráncfort, una de las decenas de miles de personas que el sábado se congregaron pacíficamente en el centro de la ciudad con temperaturas bajo cero.
El alcalde de Fráncfort, Mike Josef, se dirigió a la multitud en la plaza Roemer, que recordó a los manifestantes era el mismo lugar donde el régimen nazi había quemado libros.
La AfD declinó hacer comentarios sobre las manifestaciones en su contra. Los líderes empresariales han expresado su preocupación, y el presidente del consejo de supervisión de Siemens Energy, Joe Kaeser, dijo a Reuters que los informes desencadenan "amargos recuerdos".
El presidente Frank-Walter Steinmeier ha considerado las concentraciones en toda Alemania contra el extremismo de derechas como una señal de fortaleza. En un mensaje de video distribuido el domingo, Steinmeier dijo: "Se levantan contra la misantropía y el extremismo de derechas, estas personas nos animan a todos". Hizo un llamamiento a la alianza de todos los demócratas: "Demostremos que juntos somos más fuertes".
El vicecanciller alemán, Robert Habeck, declaró a un periódico local que veía las manifestaciones como una señal alentadora para la democracia.
"Es impresionante ver que mucha gente sale ahora a la calle y enarbola la bandera de nuestra democracia", declaró el político del Partido Verde al Augsburger Allgemeine.
El Consejo Central de los Judíos de Alemania también celebró las manifestaciones. Para los judíos, se trata de una imagen "que puede restablecer la confianza en las condiciones democráticas" del país, declaró el presidente del Consejo Central, Josef Schuster, a Welt-TV.
El diario alemán Boersen-Zeitung publicó el sábado una serie de declaraciones de empresas que cotizan en el índice bursátil alemán DAX, en las que éstas se pronunciaban contra la xenofobia, el antisemitismo y el extremismo político de la extrema derecha.
Con información de Noticias Argentinas