El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que el Mercosur enviará en "dos o tres semanas" su respuesta al instrumento adicional presentado en marzo por la Unión Europea (UE), que establece nuevas exigencias medioambientales para ratificar el acuerdo. "La Unión Europea tenía preparado una side letter (en referencia al documento adjunto al tratado) agresiva" por considerar que "castigaba" a los países latinoamericanos si no se ceñían a las normas propuestas, dijo el mandatario brasileño en conferencia de prensa desde Bruselas, en donde esta semana se realizó la III Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el bloque local. Además, consideró que "ambas partes deben ceder" para poder avanzar y cerrar -después de más de 20 años- las negociaciones de un tratado de birregional.
"La respuesta brasileña está siendo discutida entre los cuatro países (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), y en dos semanas, o en tres semanas, habremos entregado definitivamente la propuesta a la UE", señaló.
En la cumbre celebrada a principios de julio en Puerto Iguazú, en la que Brasil asumió la presidencia pro témpore del Mercosur, los presidentes del bloque sudamericano coincidieron en la necesidad de avanzar en la ratificación del acuerdo con la UE, cerrado en principio en 2019 después de 20 años de negociaciones, pero insistieron en que sea justo para ambas partes.
"Soy optimista de que podremos concluir este acuerdo aún este año. Fíjense que digo aún este año, porque sería bueno que tengamos un acuerdo con España en la presidencia de la UE y mi presidencia pro témpore al frente del Mercosur", acotó Lula. En marzo, la UE presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que incorporó una serie de exigencias medioambientales suplementarias que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países.
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En concreto, el presidente argentino Alberto Fernández pidió un acuerdo "equilibrado", que tenga en cuenta las asimetrías, aunque expresó que hay "voluntad política" de firmar, mientras que Lula consideró que las nuevas condiciones son "inaceptables" y representan una "amenaza", pero también manifestó su intención de cerrar el pacto.
La posición de Lula
Los socios estratégicos "no discuten con amenazas, sino con propuestas", manifestó tras el cierre de la cumbre entre la Celac y la UE. "Es importante que tengan en cuenta que el problema de la dificultad no se debe sólo a los países de América Latina. Tomas un país como Francia. Francia es muy celosa de la producción de sus productos agrícolas, de su pequeña y mediana agricultura, de su pollo, de sus verduras, de su queso, de su leche, de su vino. Entonces, así como Francia tiene esa primacía de defender con uñas y dientes su patrimonio productivo, nosotros tenemos interés en defender el nuestro", puso como ejemplo, justo el país cuyo Congreso rechazó aprobar el acuerdo entre el Mercosur y la UE apenas en junio.
Además, señaló que los países europeos no pueden dar lecciones a Brasil en materia medioambiental, ya que su país se ha comprometido con la protección de la Amazonia. De todas formas, dijo que tras su paso por Bruselas era "muy optimista" y manifestó que es "la primera vez" que ve interés por parte de Europa, por lo que presumió que podría haber acuerdo antes de fin de año, una voluntad expresada también en estos días por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, así como por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
"La riqueza de la negociación es que alguien tiene que ceder", sostuvo Lula, según se puede ver en la transcripción del Planalto. "Creemos que la Unión Europea estará de acuerdo con nuestra respuesta. Creo que la carta adicional de la Unión Europea posiblemente fue elaborada por alguien que pensaba que presionándonos cederíamos. No, no vamos a ceder", añadió.
Con información de Télam