Diplomáticos de un organismo regional de las Américas instaron el miércoles a los políticos haitianos a seguir adelante con un plan retrasado para sustituir al primer ministro Ariel Henry por un consejo de transición, una medida que podría desencadenar el tan esperado despliegue de una fuerza de seguridad internacional.
El consejo de transición -acordado con la mediación del bloque de la Comunidad del Caribe (CARICOM)- se ha retrasado más de tres semanas por luchas internas entre facciones sobre quién debe formar parte de él y cuáles deben ser sus competencias. El Gobierno de facto de Haití afirma que está examinando los problemas constitucionales que se han planteado, pero que está trabajando lo más rápidamente posible.
"Reconocemos que el acuerdo no ha encontrado el favor de todos, pero actualmente presenta una de las mejores oportunidades para hacer avanzar al país", dijo Samuel Hinds, embajador de Guyana ante la Organización de Estados Americanos (OEA), actual líder de CARICOM.
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"El objetivo de la CARICOM no es imponer una solución al pueblo haitiano, sino avanzar en las discusiones", añadió Hinds, quien afirmó que la puesta en marcha del plan de transición supone una "oportunidad significativa" para reconstruir la confianza y podría allanar el camino para que tropas extranjeras ayuden a la policía a restablecer el orden.
Henry solicitó por primera vez una fuerza internacional para ayudar a la policía a luchar contra las poderosas bandas armadas en 2022 y Naciones Unidas ratificó posteriormente un despliegue dirigido por Kenia. Pero Nairobi lo dejó en suspenso cuando Henry anunció su dimisión el 11 de marzo, a la espera del establecimiento de un nuevo Gobierno.
Algunas asociaciones militares y civiles haitianas han pedido un método de transición alternativo, como elegir a un presidente provisional entre los jueces del Tribunal Supremo de Haití.
Frank Mora, embajador de Estados Unidos ante la OEA, en Washington, reiteró el "apoyo inquebrantable" de su país a la misión de seguridad e instó a todas las partes interesadas a respetar el plan del consejo de transición y el compromiso de Henry de dimitir una vez designado su sustituto.
La ONU calcula que al menos 1.500 personas han muerto en los tres primeros meses de este año, a medida que la violencia de las bandas, ya considerada catastrófica el año pasado, se intensificaba en el escenario de un vacío político.
Con información de Reuters