Decenas de personas colmaron hoy la Iglesia de los Artistas, del centro romano, para despedir a la emblemática actriz italiana Monica Vitti, fallecida el miércoles último a los 90 años.
La inhumación de los restos de la intérprete con una imponente trayectoria que la tuvo como musa del destacado cineasta Michelangelo Antonioni y como representante del cine cómico italiano que trascendió las fronteras de su país, puso broche al adiós que desde el viernes tuvo como epicentro el Ayuntamiento de la capital italiana donde funcionó la capilla ardiente.
El acto último del funeral fue seguido también fuera de la abarrotada iglesia, a través de una pantalla gigante colocada en la céntrica plaza del Pueblo.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Los aplausos a la llegada del féretro de la actriz a la plaza se repitieron cuando hizo entrada en el templo, donde monseñor Walter Insero recordó que Vitti era creyente y se mostró "convencido de que los artistas que la precedieron están organizando algo para ella en el cielo"
En su camino mayormente cinematográfico, la artista logró cinco David di Donatello, el mayor galardón del cine italiano; un León de Oro a la Trayectoria en Venecia y un Oso de Plata en Berlín, mientras que San Sebastián la premió con una Concha de Plata.
Algunos de los primeros e inolvidables roles centrales de Vitti fueron como la atormentada Claudia en "La aventura"; la tentadora Valentina en "La noche"; la misteriosa Vittoria en "El eclipse" y la neurótica Giuliana en "El desierto Rojo".
Después de trabajar con Antonioni, con quien estuvo en pareja entre 1957 y 1967, protagonizó comedias italianas junto a colegas de la talla de Alberto Sordi, Ugo Tognazzi, Vittorio Gassman y Nino Manfredi.
Pese a semejante recorrido, la actriz llevaba más de dos décadas alejada y recluida debido al Alzheimer que sufría y que finalmente apagó su vida.
Con información de Télam