En busca de “bajar costos” y “generar empleo”, las reformas introducidas por el gobierno de Javier Milei buscan profundizar la precarización laboral a través de medidas como la extensión del período de prueba, la eliminación de multas por trabajo no registrado y el debilitamiento de la acción sindical. Sin embargo, los tres sectores (empleo doméstico, comercio y construcción) que explican más del 50% del empleo informal no presentan principalmente un problema de costos. A futuro, el empleo a nivel global sufrirá grandes modificaciones y Argentina todavía tiene asuntos de extrema urgencia sin resolver.
Un trabajo realizado por las economistas Violeta Guitart, Lucía Cirmi, el abogado laboralista Juan Manuel Ottaviano, y la socióloga Iara Carbotti para el espacio "Futuros Mejores" abordó la reconfiguración del trabajo, las transformaciones tecnológicas y el creciente poder de las empresas globales del sector sobre las condiciones laborales. Según el documento al que accedió El Destape, se advierte una polarización del empleo donde se reducen los puestos de calificación media, crecen los de alta calificación (programadores) y los de muy baja calificación y precarización (repartidores).
MÁS INFO
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Dentro de esa polarización, el 75% de los puestos estarán asociados a tareas de cuidado, un sector que ya emplea al 12% de las personas trabajadoras de la región pero lo hace en condiciones muy precarias. Argentina llega a esa transformación global con problemas previos sin resolver. Mientras el cambio de modelo económico está mostrando sus primeros impactos en el empleo, el verdadero problema estructural del país es la precariedad. El empleo asalariado no registrado no baja de los 30 puntos desde 1988 y durante los últimos doce años, el número de trabajadores monotributistas creció 61%, mientras que la cantidad de trabajadores con empleo asalariado registrado solo se expandió 3%.
Inteligencia artificial y trabajo remoto
Según el reciente estudio "La IA generativa y los empleos en América Latina y el Caribe: ¿La brecha digital es un amortiguador o un cuello de botella?", realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Banco Mundial (2024), entre el 26% y 38% de los empleos en la región podrían verse afectados por la inteligencia artificial generativa. Esto significa que el impacto de la IA, "si no se adoptan medidas para administrar la transición digital con metas distributivas, podría provocar un efecto doble o triple: una explosión de productividad a la vez que una transformación de las calificaciones y la sustitución neta de empleo", remarcó el documento.
Por otra parte, el envejecimiento poblacional y la mayor participación femenina en el mercado laboral elevó la demanda de cuidados, mientras persiste una desigual distribución de estas tareas que siguen recayendo principalmente sobre las mujeres. Esta situación se agrava por la precarización y desvalorización del trabajo de cuidados remunerado y la insuficiencia de políticas públicas y servicios accesibles.
A su vez, la digitalización del trabajo genera nuevas tensiones en esta crisis. El trabajo remoto, presentado como una solución de conciliación, en realidad "difumina los límites entre trabajo productivo y reproductivo", enfatizó el informe. La flexibilización laboral frecuentemente significa dobles o triples jornadas para las mujeres, mientras las plataformas digitales promueven esquemas laborales incompatibles con las responsabilidades de cuidado.
Los horarios de mayor demanda y mejor remuneración de estas plataformas coinciden con los momentos más intensivos en tareas de cuidado (horarios de comida y nocturnos), y el sistema de incentivos y penalizaciones presiona para trabajar en estas franjas. Paradójicamente, mientras se automatizan muchas tareas productivas, el trabajo de cuidados sigue siendo intensivo en tiempo y esfuerzo humano, con tecnologías que rara vez priorizan aliviar esta carga.
Milei llegó para profundizar problemas y crear otros
Las recientes modificaciones al modelo de relaciones laborales en Argentina, contenidas en la Ley Bases y otras medidas, profundizan la fragmentación del mundo del trabajo en lugar de abordar los problemas estructurales identificados. Estas modificaciones incluyen cuatro aspectos principales.
Extensión del período de prueba
El período de prueba para los contratos de trabajo se amplía de tres meses a un año, dependiendo del sector y del tamaño de la empresa. Esta medida introdujo mayor flexibilidad inicial en las relaciones laborales, aunque podría generar mayor inestabilidad para los trabajadores durante el primer año de empleo.
Eliminación de multas por trabajo no registrado y blanqueo laboral
Se eliminan las multas judiciales asociadas al empleo no registrado. Además, se establece un esquema de regularización laboral que permite a los empleadores blanquear relaciones laborales previamente no registradas, acompañado de un plan de facilidades para deudas relacionadas con la seguridad social.
Introducción de causales de despido relacionadas con acciones gremiales
Se incorporaron nuevos supuestos de despido justificado, vinculados a la participación de trabajadores en determinadas acciones gremiales, como bloqueos o protestas que afecten las operaciones empresariales. Esta disposición plantea interrogantes sobre su impacto en los derechos de protesta y organización sindical.
Eliminación o congelamiento de programas de sostenimiento de ingresos para sectores populares
Se redujeron o paralizaron programas destinados a respaldar los ingresos de trabajadores no asalariados y de la economía popular, lo que podría agravar la vulnerabilidad económica de estos sectores.
Estas medidas, lejos de cumplir con el objetivo esperado de generar empleo o mejorar la calidad del trabajo, parecen "orientarse hacia una profundización de la fragmentación y precariedad del mercado laboral en Argentina", destacó el documento. En esta línea, el trabajo identificó los efectos nocivos de las reformas ejecutadas por La Libertad Avanza.
Aumento de la rotación laboral sin creación de puestos de trabajo en sectores de alta informalidad como los servicios comerciales, la distribución y la logística o la gastronomía: La extensión del período de prueba según el tamaño de la empresa o el sector introduce nuevas desigualdades, ya que los trabajadores en pequeñas y medianas empresas estarán más expuestos a períodos prolongados de inestabilidad y despido sin indemnización. Además, estos sectores que ya indican niveles de alta rotación y alta tasa de subregistro, están feminizados y protagonizados por jóvenes en sus comienzos de la inserción laboral ya precaria.
Erosión de la seguridad jurídica para los trabajadores no registrados y disciplinamiento indirecto de los trabajadores registrados: La eliminación de multas por trabajo no registrado y la implementación de un "blanqueo laboral" pueden desincentivar la formalización estructural de las relaciones laborales.
Los empleadores que no cumplieron con sus obligaciones en el pasado reciben beneficios, lo que envía un mensaje contradictorio respecto al cumplimiento de la ley: Este fenómeno se observa claramente en la baja utilización del blanqueo laboral en un contexto de recesión sin expansión del empleo.
Debilitamiento de la acción sindical: La introducción de causales de despido justificado por acciones gremiales como bloqueos afecta el derecho a la protesta y desincentiva la organización colectiva. Esto debilita el poder de negociación de los trabajadores frente a condiciones laborales precarias pero además aumenta la conflictividad. Lejos de reducir la conflictividad, esta medida incrementará despidos por vía de la clandestinización de conflictos antes institucionalizados a través de la negociación colectiva.
Desprotección del sector no asalariado y de la economía popular a través del congelamiento de ingresos: Aunque no explicitada en la ley bases pero como parte del programa de gobierno, la eliminación o congelamiento de programas de sostén a trabajadores no asalariados impacta directamente en los sectores más vulnerables de la economía, acentuando la desigualdad y la exclusión del sistema de protección social.