La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) dispuso hoy una suba de 75 puntos básicos en la tasa de interés de referencia, ubicándola en un rango de entre 1,5% y 1,75%, en un intento por frenar la escalada inflacionaria, al tiempo que el presidente del organismo, Jerome Powell, advirtió que en julio podría haber otro incremento de similares proporciones.
De esta manera, la suba de 75 puntos básicos o 0,75 puntos porcentuales se constituye en el incremento más alto dispuesto por la FED desde 1994, cuando era presidente del organismo Alan Greenspan.
Los analistas advirtieron que, como contrapartida, la suba de la tasa de interés podría ocasionar un enfriamiento de la economía tanto a nivel local como global, debido a los movimientos que podría ocasionar en los flujos de inversión desde actividades productivas o financieras en otras latitudes hacia los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, que con el incremento resultan más atractivos.
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En un conferencia de prensa brindada en Washington, Powell dijo que "los últimos datos habían mostrado que la inflación era más alta de lo esperado y que las expectativas de inflación del público se habían acelerado".
El objetivo primordial de la FED es frenar el incremento de la inflación en Estados Unidos, que en mayo ascendió al 8,6% anual, lo que significó el mayor aumento en 40 años (desde diciembre de 1981).
Powell sostuvo que "desde la perspectiva de hoy, parece más probable un aumento de 50 puntos básicos o de 75 puntos básicos en nuestra próxima reunión".
El funcionario explicó que "el ritmo de esos cambios seguirá dependiendo de los datos entrantes y la evolución de la perspectiva de la economía. Claramente, el aumento de 75 puntos básicos de hoy es inusualmente grande, y no espero que los movimientos de este tamaño sean comunes".
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) manifestó estar "fuertemente comprometido en devolver la inflación a su objetivo del 2%" y anticiparon que seguirán realizando ajustes al alza este año de la tasa de interés, según consignó la agencia Bloomberg.
Los funcionarios proyectaron un aumento hasta el 3,4% para fin de año, lo que implica otros 175 puntos básicos de ajuste durante los meses venideros y estimaron una tasa máxima del 3,8% para 2023.
"Nos gustaría ver una moderación de la demanda. La demanda está aún muy caliente", expresó Powell.
"Pensamos que se justificaba una acción fuerte en esta reunión y lo logramos", subrayó Powell.
Más adelante, el funcionario señaló que, "sin embargo, tomaremos nuestras decisiones reunión por reunión y continuaremos comunicando nuestro pensamiento tan claramente como podamos".
Al ser consultado sobre si la FED estaba aceptando un ciclo recesivo de la economía para frenar la escalada de precios, Powell remarcó que "no estamos tratando de inducir una recesión ahora. Seamos claros al respecto. Estamos tratando de lograr una inflación del 2%".
Respecto al impacto sobre la actividad económica en la principal potencia mundial, las autoridades de la FED previeron que el crecimiento del producto interno bruto se ubicaría en el 1,7% este año, un incremento de igual magnitud para 2023 y del 1,9% para 2024, frente a la proyección de una expansión del 2,8% realizada en marzo, precisó Bloomberg.
En tanto, el desempleo se ubicaría en el 3,7% en 2022, 3,9% en 2024 y podría aumentar hasta el 4,1% a fines de 2024.
En cuanto a la inflación, la FED estimó que el año acabará con una suba del 5,2% en el índice de precios al consumidor, un 2,6% para 2023 y 2,2% para 2024.
El FOMC señaló que "continuará reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro y deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias, como se describe en los Planes para reducir el tamaño del desequilibrio en el balance de la Reserva Federal que se emitió en mayo. El Comité está firmemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2 por ciento.
Con información de Télam