La AIE advirtió sobre el impacto mundial en la oferta del petróleo por la guerra en Ucrania

16 de marzo, 2022 | 12.39

La Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió hoy que la invasión rusa en Ucrania podría derivar en la “mayor crisis en la oferta en décadas” en el mercado energético, y estimó que tres de los ocho millones de barriles de petróleo que exporta Rusia se retirarán del mercado desde abril próximo.

“Enfrentados con lo que podría convertirse en la mayor crisis de oferta en décadas, los mercados globales de la energía se encuentran en una encrucijada”, subrayó la AIE en su reporte mensual.

Para el organismo, las “implicaciones de una potencial perdida de las exportaciones petroleras de Rusia no pueden ser subestimadas”, y que la crisis podría resultar en “cambios duraderos” en los mercados de la energía.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Rusia, el mayor exportador de petróleo del mundo, actualmente envía cerca de ocho millones de barriles de petróleo y aceites refinados al exterior.

Si bien las sanciones al país excluyeron el intercambio energético -con la notable excepción de los Estados Unidos y el Reino Unido-, empresas energéticas como Shell y TotalEnergies decidieron por su cuenta dejar de comprar petróleo allí.

Actualmente continua exportándose petróleo desde Rusia a raíz de los contratos preexistentes a la guerra, pero prácticamente no existen nuevos negocios y el petróleo Urals (de referencia en Rusia) se vende a valores mínimos.

Esto podría derivar, de acuerdo con la AIE, a una “potencial reducción de tres millones de barriles diarios de la oferta petrolera rusa desde abril”, y anticipó que la misma podría ser aún mayor si “escalan las restricciones o la condena pública” al país.

Por su parte, la AIE no es optimista acerca de cómo reemplazar dicho faltante en la oferta y prevé que, en lugar de una sobreoferta (como anteriormente proyectaba), habrá una escasez de petróleo en los próximos dos trimestres.

Si bien existen “signos de un mayor suministro desde el Medio Oriente”, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes -miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC)- “no mostraron hasta el momento voluntad de incrementar su producción”, pese a la significante capacidad ociosa que poseen que podría compensar el faltante ruso.

Diversos países como Estados Unidos pidieron a los países árabes aumentar su producción, aunque no han obtenido éxito hasta el momento.

En ese sentido, el primer ministro británico, Boris Johnson, se reunirá hoy en Abu Dabi con líderes sauditas y de los EAU para intentar revertir la postura de los productores, hasta ahora encolumnados al plan de la OPEP de incrementar la oferta gradualmente en sólo 400.000 barriles por día cada mes.

Del mismo modo, si bien se registraron avances hacia un nuevo acuerdo nuclear de Occidente con Irán que permitiría su ingreso en el mercado de petróleo, la AIE cree que las perspectivas de una mayor oferta proveniente desde Teherán “están a meses de distancia” y que, en el mejor de los casos, podría aportar un incremento de únicamente 1 millón de barriles diarios en un periodo de seis meses.

Fuera de la OPEP tampoco son buenas las perspectivas ya que si bien Brasil, Canadá, Estados Unidos y Guyana podrían aportar, el potencial es “limitado” a corto plazo.

La entidad señaló que, si bien la liberación de las reservas estratégicas de crudo por parte de sus países miembro de 60 millones de barriles anunciada a principios de este mes podría aliviar el escenario, “la disparada en los precios del petróleo y los commodities, de persistir, podrían traer un impacto marcado en la inflación y el crecimiento económico”, que a su vez, podría causar una merma en la propia demanda de petróleo.

En ese sentido, la AIE redujo a la baja sus previsiones de demanda mundial de petróleo para 2022, la cual ahora crecería en 2,1 millones de barriles diarios por un total de 99,7 millones de barriles en el año, 1 millón menos que en la anterior proyección.

Asimismo, la agencia prevé que el escenario actual podría “acelerar la transición energética y el progresivo abandono del petróleo”.

Con información de Télam