El programa Prohuerta tiene como principal objetivo mejorar la nutrición de las familias argentinas a través de la incorporación de nutrientes provenientes de la huerta y de la proteína animal, pero desde su creación hasta la actualidad esta política pública federal de seguridad alimentaria fue tomada como ejemplo a nivel internacional, a tal punto que trascendió las fronteras.
Por el interés que despertó por parte de organismos internacionales, a mediados de los '90 Prohuerta fue requerido para ir a Armenia, donde en dos años se produjeron más de 1.000 huertas y se tradujeron los materiales de capacitación al idioma de ese país europeo.
En 2001, la Cancillería Argentina recibió solicitudes para conformar un equivalente a Prohuerta en Panamá, Colombia y Bolivia.
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Cuatro años después, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó al país para colaborar con la pacificación y el desarrollo de Haití, lo que dio lugar a "Prohuerta Haití", con participación de los componentes Huerta y Granja, alcanzando a cerca de 300.000 personas en todos los departamentos del país caribeño.
Durante esa misión, se trabajó con un equipo de casi 30 técnicos haitianos, contando con el aporte de ocho cooperaciones internacionales, principalmente de Canadá, de España y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Zulma Canet, veterinaria, directora de INTA Pergamino y referente nacional del área Granja de Prohuerta, fue una de las profesionales que aportó para el arribo del programa a Centroamérica, el cual consideró "muy exitoso".
A diferencia de la Argentina, en Haití "se compraban los animales en los países que producían (como México y Estados Unidos), si bien teníamos la intención de armar centros de multiplicación allá", explicó Canet en declaraciones a Télam.
No obstante agregó la profesional "sí llevamos adelante la producción de huevos y pudimos tener las granjas".
El resultado "fue realmente muy exitoso; las familias se apropiaron del componente y en las distintas visitas nos agradecían la posibilidad de consumir huevos", enfatizó Canet.
En paralelo, la Argentina encabezó en territorio nacional cursos internacionales para técnicos de América Latina, el Caribe y África -con apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, INTA, Cancillería y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas en inglés)- para el diseño de iniciativas equivalentes, bajo la tutela del entonces coordinador nacional de Prohuerta, Roberto Cittadini.
En 2016, tras más de 10 años, Prohuerta Haití se interrumpió por decisión de la gestión de Mauricio Macri.
El pasado 31 de mayo, el Gobierno relanzó el programa en el país caribeño a través del proyecto "Huertas Agroecológicas Escolares en Haití como Estrategia de Construcción de Seguridad Alimentaria y Nutricional".
El canciller Santiago Cafiero y la titular de Cascos Blancos, Sabina Frederic, asumieron la iniciativa, en el marco de las actividades impulsadas por la Argentina en su ejercicio de la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En este sentido, Canet resaltó la importancia de poder retomar el componente Granja en Haití.
"Como estuvo tanto tiempo discontinuo, el equipo técnico se disgregó y hay que rearmar todo, hacer capacitaciones y demás", lamentó la directora de INTA Pergamino, aunque aclaró que "no hay que empezar de cero porque las semillas cayeron en buenas manos y hay que aceitar los engranajes".
Con información de Télam