Colectivos: Caputo cedió y opta por aumentar subsidios al transporte

El Gobierno detrabó el conflicto con UTA accediendo a realizar una nueva estructura de costos del sector y flexibilizando su postura fiscal.

25 de abril, 2024 | 18.36

El Gobierno logró desactivar ayer el paro de colectivos en el AMBA que la UTA preveía para este viernes, pero no por arte de magia sino porque debió virtualmente ceder a aumentar los subsidios al transporte desde mayo a partir de una actualización de la estructura de costos.

El conflicto por la paritaria del sindicato transportista logró resolverse el último miércoles luego de más de un mes de conflicto y tras una larga reunión de cinco horas con las cámaras del sector en la Secretaría de Trabajo.

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Allí, las empresas aseguraron que pagarán el 15 de mayo y el 15 de junio la suma no remunerativa de 250.000 pesos reclamada por la UTA. Es decir, 500.000 pesos en total.

En la previa, las cámaras habían asegurado que no podrían depositar esa diferencia si el Gobierno no aceptaba o bien subir las tarifas o bien aumentar los subsidios a partir del mes próximo. Entre ellas primaba un clima de resignación y la sensación de que el paro, o en todo caso la decisión de la UTA de permitir el viaje gratis, era inevitable.

El sindicato de choferes ciertamente terminó cediendo en no recibir la suma remunerativa en abril, lo que implica que este mes cobrarán nominalmente menos que en marzo, cuando sí habían recibido ese pago extra.

Sin embargo, la verdadera clave para destrabar el conflicto se dio antes de la reunión en Trabajo, en una convocatoria a las cámaras que realizó la Secretaría de Transporte, sin presencial gremial.

En esta instancia, las empresas se fueron con la promesa de que el Gobierno avanzará en los próximos días con una actualización de la estructura de costos del sector, lo que implica reevaluar el valor de insumos como las cubiertas, las propias unidades y el combustible, entre otros puntos. La última actualización de costos se había hecho en febrero, con lo que para mayo tendrá un rezago de entre 20 y 30 puntos de inflación.

Se trata del paso previo a algún tipo de medida oficial que incremente los ingresos para las empresas y les permita, de esa forma, pagar las sumas no remunerativas de mayo y junio.

Las alternativas son dos. O bien el Ministerio de Economía, del cual depende Transporte, autoriza una suba significativa del boleto, o bien procede a aumentar los subsidios. 

Pero ya se da por descartada la posibilidad de que haya un aumento del boleto en mayo, pese a que en febrero el Gobierno había habilitado las actualizaciones bimestrales de la tarifa. En todo caso, la nueva suba podría ocurrir recién en junio, para cuando las cámaras esperan que el boleto en el AMBA pase a ser de entre 600 y 700 pesos.

De este modo, es un hecho, según pudo saber El Destape, que la solución que el Gobierno aplicará para que las empresas puedan pagar la suma no remunerativa es la de aumentar subsidios desde el mes que viene. La cifra todavía no está determinada, porque justamente dependerá del resultado de la nueva estructura de costos.

En cualquier caso, se trata de un cambio de política por parte de Luis Caputo. Desde que el ministro de Economía se hizo cargo de hecho de Transporte, a fines de enero, la postura que había impuesto fue la de posponer la paridad del boleto del AMBA con los de Córdoba y Rosario para evitar un nuevo tarifazo que impacte en la inflación. Y, al mismo tiempo, negó cualquier tipo de incremento en los subsidios para no comprometer la meta de equilibrio fiscal. 

Entre las empresas comenzó a aumentar la precupación esta semana, al avizorar que el Gobierno estaba dejando sin resolver este conflicto gremial para forzar un achicamiento del sistema de colectivos del AMBA, que las propias cámaras cifraban en una quita del 16% de las unidades.

Esto último cambió ahora. Lo cierto es que en el Gobierno predomina un clima de mayor flexibilidad, y la postura oficial, en medio del conflicto por las universidades y del paro anunciado por la CGT, varió a comparación con la firmeza mostrada dos semanas atrás, durante las negociaciones que terminaron sin acuerdo y en el paro de colectivos del 11 de abril. Esta vez, la política se le coló al Messi de las finanzas.