El aumento del riesgo de impago de Evergrande plantea un posible rescate por parte de Pekín

21 de septiembre, 2021 | 08.52

Los persistentes temores de impago eclipsaron el martes los esfuerzos del presidente de China Evergrande Group por aumentar la confianza en la asediada empresa, mientras Pekín no daba señales de que fuera a intervenir para frenar cualquier efecto dominó en la economía mundial.

Los analistas restaron importancia a la amenaza de que los problemas de Evergrande se conviertan en el "momento Lehman" del país, aunque la preocupación por los riesgos de un desordenado colapso de la que fue la promotora inmobiliaria más vendida de China ha agitado los mercados.

En un esfuerzo por reavivar la maltrecha confianza en la empresa, el presidente de Evergrande, Hui Ka Yuan, dijo en una carta al personal que la empresa confía en que "saldrá de su momento más oscuro" y entregará los proyectos inmobiliarios tal y como prometió, y que cumplirá con sus responsabilidades ante los compradores de propiedades, los inversores, los socios y las instituciones financieras.

Los inversores de Evergrande, sin embargo, se mantenían en vilo.

Sus acciones caían hasta un 7%, después de haberse desplomado un 10% en la jornada anterior, por el temor a que su deuda de 305.000 millones de dólares pueda provocar pérdidas generalizadas en el sistema financiero chino en caso de colapso. Las acciones perdían finalemente un 0,4%.

"Debe haber negociaciones entre bastidores sobre una recapitalización sistémica (de Evergrande) por parte de apoderados del Estado", dijo Andrew Collier, director gerente de Orient Capital Research, con sede en Hong Kong.

"Si se permite el impago de una parte de la deuda de Evergrande, los inversores cuestionarían toda su deuda restante, y el Gobierno no quiere una crisis mayor", dijo.

En las últimas semanas, el Gobierno chino ha guardado silencio sobre la crisis de Evergrande.

Las bolsas mundiales se estabilizaban un poco el martes y los precios del petróleo se recuperaban de las fuertes caídas del día anterior, ya que los inversores confiaban más en que el contagio de las dificultades de Evergrande sería limitado.

Sin embargo, la preocupación por este contagio, al menos en el sector inmobiliario, persistía. S&P Global Ratings rebajó el martes la calificación de Sinic Holdings a "CCC+", alegando que la promotora china "no ha comunicado un plan de reembolso claro".

Una prueba importante para Evergrande llega esta semana, ya que la empresa debe pagar 83,5 millones de dólares en intereses relacionados con su bono de marzo de 2022 el jueves. El 29 de septiembre debe pagar otros 47,5 millones de dólares por los bonos de marzo de 2024.

Ambos bonos entrarían en mora si Evergrande no liquida los intereses en los 30 días siguientes a las fechas de pago previstas.

"Creo que los fondos propios (de Evergrande) van a desaparecer, la deuda parece tener problemas y el Gobierno chino va a disolver esta empresa", dijo Andrew Left, fundador de Citron Research y uno de los vendedores en corto más conocidos del mundo.

"Pero no creo que esto vaya a ser la gota que colme el vaso de la economía mundial", dijo Left, que en junio de 2012 publicó un informe que decía que Evergrande era insolvente y había defraudado a los inversores.

El Gobierno chino ayudará a Evergrande a conseguir al menos algo de capital, pero puede que tenga que vender algunas participaciones a un tercero, como una empresa estatal, dijo el banco holandés ING en una nota de investigación.

S&P Global Ratings dijo en un informe el lunes que no espera que Pekín proporcione ninguna ayuda directa a Evergrande.

"Creemos que Pekín sólo se vería obligado a intervenir si se produjera un contagio de gran alcance que provocara la quiebra de varias promotoras importantes y supusiera riesgos sistémicos para la economía", señaló la agencia de calificación.

"La quiebra de Evergrande por sí sola probablemente no daría lugar a ese escenario", dijo S&P.