La bicicleta financiera que armó el equipo económico de La Libertad Avanza para que arriben fondos para subirse a la corriente especulativa daña duramente a las cadenas productivas. La artificial apreciación cambiaria que genera el ingreso de capitales golondrinas puso contra las cuerdas a la cadena agropecuaria, el sector más dinámico de la economía argentina. Como resultado, firmas vinculas al agro como Surcos, Los Grobo Agropecuaria, Agrofina y Campo de Avanzada presentaron en las últimas horas sendos default de sus vencimientos de deuda más próximos. Wall Street tomó nota de la situación y una calificadora de riesgo lanzó una primera alerta por un posible efecto dominó en el sector corporativo. La agencia Moody's advierte que las empresas argentinas "enfrentarán un mayor riesgo de refinanciación en 2025".
El informe de la calificadora de riesgo advierte sobre el deterioro que sufrieron en 2024 las condiciones crediticias de las empresas como consecuencia de "la caída en el nivel de la actividad”. De acuerdo con su análisis, las mayores dificultades de los emisores corporativos se verían reforzadas por el mal panorama para la deuda dollar-linked, que ya el año pasado perdieron terreno. Por su parte, las reservas del Banco Central, que en términos de divisas son negativas en 7.500 millones de dólares, no alcanzan a abastecer a las empresas para que puedan pagar sus deudas.
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Moody's advirtió que 2025 será un año más desafiante para las empresas argentinas a la hora de refinanciar sus deudas, algo que, tal como se replica en el informe de la consultora, comenzó a verse en la práctica semanas atrás con el default de varias empresas de peso ligadas al sector agropecuario. "Los emisores corporativos argentinos poseen adecuados niveles de liquidez, medidos como cobertura de caja y equivalentes a deuda de corto plazo, en particular aquellos emisores que poseen calificaciones A/A+.ar o superiores", advirtió al tiempo que aclaró que esos niveles comenzaron a deteriorarse el año pasado.
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El año que viviremos en peligro
“Hacia 2025, frente a una menor expectativa de suba de tipo de cambio, sumado a los recientes eventos de incumplimiento de deuda corporativa, esperamos una mayor retracción en la demanda de estos instrumentos”, analizó Moody’s. "Producto de la caída en el nivel de la actividad en los primeros meses de 2024, sumado a menores alternativas de financiación en el mercado de instrumentos bursátiles dollar-linked, el nivel de liquidez de las compañías se deterioró en 2024, principalmente en emisores con calificación de A-.ar y se mantiene en niveles ajustados para empresas calificadas en el rango de BBB o inferior", detalló el reporte de la firma de ratings.
El mercado critica de manera indirecta al carry trade de la in-sustentabilidad de la deuda de las empresas por la imposibilidad de refinanciar vencimientos en condiciones favorables. “Luego de un 2023 con récord de emisiones dollar-linked (pagarés y obligaciones negociables) a tasas virtualmente negativas, los emisores corporativos se enfrentan a una menor demanda de instrumentos dollar-linked, mayores costos financieros de colocación y tasas reales de préstamos en pesos positivos”, describió. Las empresas que puedan endeudarse directamente en dólares no tendrán mayores problemas.
“Empresas con caja y equivalentes a deuda de corto plazo por debajo de 50 por ciento y limitada disponibilidad de líneas financieras enfrentarán mayores desafíos para hacer frente a vencimientos. Emisores con capacidad para tomar deuda hard-dollar mitigarán gran parte del riesgo de refinanciamiento”, explicó el informe.
Si bien las empresas todavía mantienen en promedio adecuados niveles de liquidez, en 2024 se observó un deterioro en las coberturas de caja y equivalentes a deuda de corto plazo a niveles de 74 por ciento desde 91 por ciento en 2023. El deterioro en la liquidez es mayor en emisores con calificación de A-.ar (45 por ciento desde 62 por ciento) y se mantiene en niveles ajustados para empresas calificadas en el rango de BBB o inferior, (14 por ciento en 2024 contra 13 por ciento en 2023).
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Este nuevo escenario que prevé el mercado supone menores alternativas de refinanciación para emisores con un elevado uso de pagarés y obligaciones negociables dollar-linked, que deberán tomar deuda a un mayor costo tanto en dólares como en pesos.
Un incremento en el fondeo por parte del sector bancario, sumado a un mayor acceso a mercado hard-dollar tanto de forma local como en el extranjero podría morigerar la caída en las alternativas de financiamiento y mejorar la liquidez de los corporativos. Como resultado, se espera que las tasas de colocación de instrumentos dollar-linked continúen subiendo con menores tamaños de emisiones y plazos más cortos. Por lo tanto, las empresas deberán ofrecer mejores rendimientos para conseguir refinanciar sus vencimientos, lo que, en la práctica, significa mayor endeudamiento privado para evitar el default.