Descartado el ingreso a los Brics, el Gobierno de Milei va por la OCDE

En sintonía con su discurso de alejarse de la idea de ingresar al grupo de los BRICS, a los que considera comunistas, su canciller Diana Mondino adelantó que se firmará, tras ocho años de idas y vueltas, su adhesión a la OCDE.

11 de diciembre, 2023 | 14.25

El flamante presidente Javier Milei inició su agenda con una medida en materia de política exterior. En sintonía con su discurso de alejarse de la idea de ingresar al grupo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a los que considera comunistas, su canciller Diana Mondino adelantó que se buscará firmar, tras ocho años de idas y vueltas, la adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un organismo bajo órbita occidental. Esto implica un cambio de postura y un acercamiento más directo a las políticas dictadas por el grupo de lobby que lidera los Estados Unidos. Fue un sueño frustrado del ex presidente Mauricio Macri y dejado de lado, por sus condicionalidades, por el gobierno de Alberto Fernández.

El ingreso podría llevar años y tiene un significado trascendental para la nueva gestión que buscará dar un drástico giro en el alineamiento de Argentina en el tablero internacional pasando de la órbita del Sur Global a una posición más occidental. La Dirección Nacional de Defensa del Consumidor y Arbitraje del Consumo participa en distintos talleres organizados en el marco de OCDE, con puntos focales como los consumidores en el mercado digital, seguridad de productos, políticas públicas, entre otros. Como contraparte, el país se subordina la adhesión a distintas Recomendaciones, así como también, participando en el proceso de elaboración de guías prácticas, metodologías e indicadores para la implementación de las mismas.

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"La OCDE es un foro único, un centro de conocimientos para la recopilación de datos y el análisis, el intercambio de experiencias y de buenas prácticas. Asesoramos en materia de políticas públicas y en el establecimiento de estándares y normas a nivel mundial en ámbitos que van desde la mejora del desempeño económico y la creación de empleo al fomento de una educación eficaz o la lucha contra la evasión fiscal internacional", describe la página web del organismo.

En un juego de contrafuegos, Brasil crea los Brics para escapar del poder de veto de Estados Unidos en el Fondo Monetario y la OCDE. La Argentina de Milei hizo su elección. Se trata de un sueño inconcluso, por cuestiones económicas, Macri que no pudo concretarse durante la presidencia de Alberto Fernández. En enero de 2016, en su primer viaje al exterior con motivo del Foro Económico Mundial de Davos, Macri anunció la presentación formal de la candidatura argentina a integrar el llamado "Club de los Países Desarrollados" con el objetivo de atraer inversiones.

El país fue invitado a formar parte del grupo internacional en 2022, junto a Brasil, Perú, Croacia, Rumania y Bulgaria, pero la política exterior del gobierno de Alberto Fernández tenía otra premisa, y no aceptó la propuesta. Bajo la administración del Frente de Todos esas posibilidad se diluyó, en parte por el virtual freno que se había dado al proceso por la negativa de los Estados Unidos de ampliar rápidamente la membresía, y el virtual bloque que se había impuesto momentáneamente desde la administración de Donald Trump a la candidatura de Brasil. 

Un proceso que exige cambios

El acceso al organismo se dará en evaluaciones individuales, bajo un proceso detallado, que dependerá de que los países confirmen su "compromiso con los valores, la visión y las prioridades", entre los que se cuentan "la preservación de la libertad individual, los valores de la democracia, el Estado de derecho y la protección de los derechos humanos". Asimismo, la OCDE exige a sus miembros demostrar "los méritos de una economía de mercado abierta basada en el libre comercio, la competencia, la sostenibilidad y la transparencia". También hacen referencia al compromiso de los miembros de la OCDE de promover el crecimiento económico sostenible e inclusivo, así como a sus objetivos en la lucha contra el cambio climático, incluida la detención y reversión de la pérdida de biodiversidad y la deforestación.

Desde el gobierno de Milei reconocen que la OCDE debe realizar un conjunto bastante amplio y profundo de revisiones técnicas para evaluar el estado de situación del país y su marco legal, de políticas y prácticas respecto de los estándares establecidos por la organización.

En su último informe, la OCDE que el PBI se contraiga un 1,8 por ciento en 2023 y un 1,3 por ciento en 2024, antes de aumentar un 1,9 por ciento en 2025, un escenario más pesimista que el publicado por el Fondo Monetario y el Banco Mundial. “La financiación proporcionada por el  Fondo  Monetario  Internacional  (FMI)  será  la  principal  fuente  de  financiación exterior. El agotamiento de las reservas de divisas ejerce cada vez más presión sobre las finanzas públicas, la cuenta exterior y la economía en general. Será necesario endurecer las políticas macroeconómicas a corto plazo A partir de diciembre de 2023, el nuevo Gobierno tendrá que consolidar las finanzas públicas para requilibrar la economía, destaca la OCDE.

El organismo de lobby exige desactivas “los estrictos controles de capital, el aumento de la inflación y la elevada incertidumbre política limitarán aún más el consumo y la inversión a corto plazo”.  La OCDE, por eso la dilación en cualquier aprobación, también exige “aplicar una fuerte consolidación fiscal para reducir los amplios desequilibrios macroeconómicos”.

Desde La Libertad Avanza reconocen que la incorporación derivará en un proceso de varios años e implicará reformas profundas". La Argentina se encuentra en una situación particular, debido a la deuda económica contraída durante el macrismo, la cual no pudo ser reducida durante la administración posterior.

El Consejo de la OCDE revisará y adoptará hojas de ruta de adhesión individuales, que establecerán los términos, condiciones y procesos pertinentes para su adhesión y reflejarán las áreas prioritarias ya identificadas por los miembros de la OCDE. Junto con la invitación a la Argentina, se cursaron mensajes similares a Brasil, Bulgaria, Croacia, Perú y Rumania. Este proceso incluye evaluaciones por más de 20 comités técnicos sobre estándares económicos y podría requerir cambios en la legislación, políticas y prácticas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es un ente de cooperación internacional integrado por 38 estados con el propósito de coordinar políticas económicas y sociales para maximizar su crecimiento y fomentar el desarrollo tanto de los países miembros como de aquellos no adherentes. Fundada en 1961, la OCDE tiene su sede central en el Château de la Muette en París. Es la sucesora de la Organización Europea para la Cooperación Económica que surgió como resultado del Plan Marshall (que contribuyó a la reconstrucción europea luego de la Segunda Guerra Mundial) y tiene como objetivo la promoción de políticas que mejoren el bienestar social y económico de las personas alrededor del mundo.

Entre los objetivos de la agrupación están lo de contribuir a la expansión económica de sus países miembros y en aquellos en vías de desarrollo. Su enfoque abarca la expansión del comercio mundial, el fomento del crecimiento económico y del empleo, y la mejora constante del nivel de vida. Además, aboga por mantener la estabilidad financiera y contribuir al desarrollo de la economía global.

Qué hay detrás de la OCDE

La OCDE tuvo un importante crecimiento en sus miembros desde su fundación. Originalmente, veinte países se adhirieron en 1961-1962, y desde entonces, diecisiete más se han unido. Entre los miembros se encuentran potencias como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, y naciones de América Latina como México y Chile, de acuerdo con lo publicado por la Cancillería argentina.

Desde 1982, Argentina ha participado en el trabajo sustantivo de muchos de los Comités especializados de la OCDE y se ha adherido a determinados instrumentos legales de la OCDE. Como país del G20, junto con México y Brasil, Argentina se beneficia de la amplia agenda OCDE-G20 y participa en el desarrollo de estándares para una mejor gobernanza global, como el Proyecto de Erosión de la Base y Traslado de Beneficios (BEPS) y los Principios de Gobierno Corporativo OCDE-G20.

A diferencia de otras organizaciones internacionales, la OCDE no es un organismo que otorgue créditos, ni fondos o recursos para financiar inversiones. Por el contrario, brinda conocimiento y asesoría para el mejoramiento de las políticas públicas y la promoción de la buena gobernanza.

“La profundización y ampliación de la participación argentina en la OCDE permitirá al país cumplir de forma más rápida y eficaz con las propias metas y objetivos políticos a través del avance en, por ejemplo, la profesionalización y transparencia de los sistemas de compras públicas, la promoción de los sistemas nacionales de innovación, el combate a la corrupción y la implementación de planes de educación más competitivos, entre otras áreas de relevancia”, señala el organismo en la Web.

En su informe sobre Argentina, la Organización advierte que las  escasas  reservas  de  divisas,  las  estrictas  restricciones  monetarias y los grandes volúmenes de bonos del banco central  en  circulación, en un contexto de tasas de interés elevadas, podrían provocar una nueva devaluación de la moneda, una espiral inflacionista y problemas de solvencia”. “Además, la necesidad de reducir el gasto público con relativa rapidez en medio de las crecientes presiones sociales podría generar inestabilidad política”, advierte.

La obtención de la membresía podría beneficiar a Argentina, permitiéndole profundizar los lazos comerciales con otros países miembros y, de este modo, estimular el crecimiento económico. Asimismo, el cumplimiento con estándares estadísticos de transparencia y de anticorrupción de la OCDE, permitirían aumentar la credibilidad y confianza en el país. El objetivo último es la atracción de inversiones extranjeras bajo la adopción de los estándares que exige el organismo.

La posibilidad de integrarse a un bloque que posee un elevado nivel de ingreso promedio, podría implicar para el país una eventual expansión de su oferta de bienes y servicios exportables, aunque al mismo tiempo signifique adaptarse a exigencias institucionales, regulatorias y económicas que ciertamente serían un desafío.

Según el propio organismo, la OCDE pone su énfasis en determinar cuáles son los factores que inducen el cambio económico, social y ambiental para fijar estándares internacionales. A partir del desarrollo de estadísticas e informes sobre la situación de los países miembros y de otros fuera de la organización, y de los debates que se realizan en sus diversos comités, asesora a los gobiernos para mejorar sus políticas públicas con la intención de fomentar la prosperidad y luchar contra la pobreza mediante el crecimiento económico y la estabilidad financiera.

En la actualidad, la organización se centra en ayudar a los gobiernos a restaurar la confianza en los mercados y en las instituciones que los hacen funcionar, en restablecer el orden de las finanzas públicas como base para el crecimiento sostenible, en incentivar nuevas formas de crecimiento a través de la innovación, estrategias amigables con el medio ambiente y el desarrollo de economías emergentes; y asegurar que las personas de todas las edades puedan desarrollar las habilidades necesarias para desempeñarse de la mejor manera en los trabajos del futuro.

En las últimas seis décadas la OCDE incorporó sólo 15 naciones, para dar con los 35 países que forman parte actualmente de esta organización en calidad de miembros plenos. Estos países son: Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Noruega, Turquía, España, Portugal, Francia, Irlanda, Bélgica, Alemania, Grecia, Suecia, Suiza, Austria, Holanda, Luxemburgo, Italia, Japón, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda, México, República Checa, Hungría, Polonia, Corea del Sur, Eslovaquia, Chile, Eslovenia, Israel, Estonia y Letonia. Tres países más (Colombia, Costa Rica y Lituania) fueron invitados formalmente a convertirse en miembros de la organización y actualmente están en proceso de adhesión.

Como adherentes figuran Colombia y Costa Rica, mientras que Brasil es considerado socio clave. Perú, en tanto, integra el Programa País. Por su parte, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay integran el Centro de Desarrollo de la entidad, destaca un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

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