El Índice de Precios de Consumo (IPC) de España subió 0,8% en febrero en relación con el mes anterior. Además, aumentó 7,6% en comparación con igual mes del 2021, la tasa más alta desde diciembre de 1986, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con el dato de febrero, el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva. Suma tres meses seguidos en tasas superiores al 6%, niveles que no se veían en tres décadas, según la agencia Europa Press.
De acuerdo con el informe del INE, la suba interanual del IPC hasta el 7,6% se debe a los precios de la electricidad, que disminuyeron menos que en febrero de 2021; al encarecimiento del gas para calefacción, de los combustibles, de los automóviles y de algunos alimentos como legumbres y hortalizas; leche, queso, huevos, pan y cereales.
La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en febrero seis décimas hasta el 3%. Con esto, se sitúa más de 4,5 puntos por debajo de la tasa del IPC general, y es la tasa más elevada de la subyacente desde septiembre de 2008.
En tasa mensual, el IPC aumentó en un 0,8% respecto del mes anterior, en contraste con el retroceso del 0,4% que experimentó en enero, por la suba de los precios de los combustibles, del gas para calefacción, de las frutas y otros productos alimenticios.
En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se encarecieron en un 51,7%; los aceites y grasas elevaron sus precios en un 28,1% y el transporte personal es 13,3% más caro por el mayor costo de los combustibles.