Alemania, país que importa casi la mitad de su gas desde Rusia, firmó un acuerdo con Qatar para comenzar a reducir su dependencia energética de Moscú, en el marco de la invasión rusa en Ucrania.
El acuerdo se oficializó ayer, tras una visita a Doha del ministro de economía alemán, Robert Habeck, según consignó la agencia AFP.
Qatar, uno de los tres principales exportadores de gas natural licuado (GNL) del mundo y el tercer país con mayores reservas detrás de Rusia e Irán, se presentó como una alternativa para Alemania, presionada por la comunidad internacional para reducir las compras a Rusia.
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Berlín, además del gas, recibe mitad de su carbón y un tercio del petróleo desde Rusia, y ha decidido cerrar sus plantas de energía nuclear, agravando así su situación energética.
Mientras crece la presión hacia los países de la UE para sumarse al embargo de la energía rusa de Estados Unidos y Gran Bretaña, el pasado jueves, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había criticado a Alemania por el vínculo tejido con Rusia antes de la guerra.
"Querido pueblo alemán: ¿cómo es posible que cuando dijimos que Nord Stream 2 era una manera de preparar la guerra oyéramos como respuesta que 'era puramente económico'?", señaló en referencia al gasoducto, cuya construcción fue finalizada recientemente, aunque su entrada en operación quedó suspendida tras la guerra.
El ministro de Energía catarí, Saad Sheria Al Kaapi, admitió que en el pasado las negociaciones con Alemania no habían logrado resultados debido a la falta de claridad sobre el papel de largo plazo del gas en Alemania y de infraestructura para importar GNL.
No obstante, Al Kaapi afirmó que Alemania ahora tomó acciones rápidas y concretas para acelerar el desarrollo de dos terminales de recepción de GNL, las cuales se construirán en las localidades de Brunsbuttel y Wilhelmshaven al norte del país.
Ambos países acordaron que sus respectivas entidades comerciales continuarán las discusiones acerca del suministro de GNL, a largo plazo, desde Qatar a Alemania, según un comunicado.
El GNL, procesado en forma líquida para ser transportado en buques, se afianzó como una opción para Europa para poder transportar gas de lugares remotos en donde no es viable construir gasoductos.
En el caso de Qatar, se espera que su producción de gas aumente un 50% para fines de 2025, tras invertir US$ 30.000 millones a ese efecto.
Antes de su visita, Habeck, titular de la cartera energética alemana, se mostró preocupado por el suministro durante el próximo invierno boreal.
"Si no conseguimos más gas el próximo invierno y se corta el suministro desde Rusia, no tendremos suficiente gas para calentar todas las casas y hacer funcionar todas las industrias", advirtió el ministro quien, con el mismo objetivo de buscar fuentes energéticas alternativas, también viajará a Emiratos Árabes Unidos (EAU).
EAU, visitado por el primer ministro británico, Boris Johnson, la semana pasada, es junto a Arabia Saudita, uno de los países con capacidad ociosa en sus plantas de petróleo y, por tanto, con posibilidades de incrementar la producción.
Japón es otro de los países, junto a Estados Unidos y la Unión Europea, que se sumó a las llamadas hacia Emiratos para que incremente su oferta.
Nos gustaría que los EAU contribuyan a la estabilización del mercado global de petróleo incrementando su oferta y asegurando su capacidad de producción, afirmó hoy Yoshimasa Hayashi, ministro de Asuntos Exteriores japonés.
No obstante, tanto Emiratos como Arabia Saudita, se apegaron hasta el momento a la postura de la Organización de Pauses Exportadores de Petroleo (OPEC), de la cual son miembros.
Con información de Télam