El Fondo Monetario Internacional analiza el Fondo de Resiliencia, el nuevo programa financiero que le podría permitir a Argentina recibir Derechos Especiales de Giro (DEG) de países centrales. El plan tiene condiciones de repago más flexibles que los vigentes y habilitaría un plazo de devolución de hasta 20 años.
El directorio del organismo pondrá a consideración esa propuesta, que fue idea de la directora gerente Kristalina Georgieva, el próximo miércoles, según publicó la agencia Reuters. Implicará un potencial financiamiento para países de bajos ingresos y de ingreso medio por un total de US$ 50.000 millones.
“La idea es que los países ricos que no necesitan de los DEGs los canalicen por este nuevo fondo que está destinado a ayudar países de bajo ingreso a fortalecer su resiliencia. Se trata de proyecto muy importante para Kristalina Georgieva, quien siempre quiso un instrumento a más largo plazo para ayudar a los países de baja renta para mitigar los impactos del cambio climático y mejorar sus defensas fiscales para lidiar con pandemias”, mencionaron fuentes de Washington.
El Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad, tal como se llamaría el nuevo programa más flexible del FMI, fue uno de los instrumentos financieros que el ministro de Martín Guzmán solicitó en distintos foros internacionales, inclusive ante el propio Fondo Monetario, como una manera de redistribuir los USD 650.000 millones de DEG que entregó el organismo en agosto pasado para financiar políticas contra la pandemia y que en su mayor parte quedaron en las reservas de países ricos.
“La idea de crear un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad con la asignación de los DEG que se emiten para constituir una nueva línea de créditos con mejores términos es muy positiva, porque esta regla busca en cierta medida corregir las asimetrías financieras”, mencionó el jefe del Palacio de Hacienda en Venecia en julio pasado, en una reunión internacional sobre el cambio climático.
China podría transferir Derechos Especiales de Giro a Argentina en el marco de la "Ruta de la seda"
El Ministerio de Relaciones Exteriores publicó este lunes en el Boletín Oficial el Memorándum de Entendimiento entre la Argentina y China en el marco de la iniciativa económica de la "Ruta de la seda", que entre sus principales objetivos fomenta el uso de las "monedas nacionales" en las inversiones y el comercio bilateral, así como "posibles transferencias de derechos especiales de giro (DEG) en la plataforma del Fondo Monetario Internacional (FMI)". El Memorándum fue suscripto el 4 de febrero de este año, en el marco de la visita del presidente Alberto Fernández a Beijing.
Con la "Iniciativa de la franja económica de la ruta de la seda y de la ruta marítima de la seda del siglo XXI", China busca potenciar los vínculos con el resto del mundo a través de la creación de dos grandes rutas comerciales, una marítima y otra terrestre, que unirán al gigante asiático con el corazón de Europa, África y América Latina.
Con este megaproyecto, emblema del gobierno de Xi Jinping, el país busca traer a la actualidad la legendaria ruta comercial por la que fluyó el comercio entre China y Europa a través de Asia Central durante las dinastías Han (206 a. C. hasta el 220 d. C) y Tang (618 hasta 907), los tiempos más gloriosos de la China imperial, al tiempo que reafirma su vocación de restaurar su tradicional lugar como superpotencia. En el Memorándum, ambos países aspiran a "promover intercambios de bienes, tecnología, capital y personal mediante la conectividad mutua y el aprendizaje mutuo".
Entre los objetivos principales de la iniciativa figuran "reforzar la promoción de acciones que fortalezcan, innoven y diversifiquen la relación económica con resultados concretos para promover el comercio bilateral en materia de bienes y servicios", así como "promover el uso de medios de financiamiento diversificados" y "apoyar a la República Argentina en su objetivo de mejorar su capacidad y diversidad exportadora".
En las áreas de cooperación, las partes "impulsarán proyectos de cooperación en infraestructura de conectividad en áreas de interés mutuo, tales como rutas, ferrocarriles, puentes, aviación civil, puertos, energía y telecomunicaciones", además de aumentar "las inversiones y el flujo de comercio a nivel bilateral".
Uno de los aspectos más destacados del acuerdo es el capítulo sobre "Integración financiera", en el que abordan la posibilidad del uso de las "monedas nacionales" (es decir, sin la utilización del dólar) en las inversiones y el intercambio comercial, la "continua cooperación en el marco del SWAP bilateral de monedas" y, además, "posibles transferencias de derechos especiales de giro en la plataforma del Fondo Monetario Internacional". Asimismo, se fomentará "el intercambio en las compras gubernamentales", con las que se apuntará también a "reforzar la producción y las exportaciones bilaterales".
Un total de 139 países están adheridos a la iniciativa china, entre los cuales hay 30 europeos, 37 asiáticos, 54 africanos y 13 de América Latina. El primer país latinoamericano en unirse fue Panamá, pero más tarde se sumaron Antigua y Barbuda, Barbados, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guyana, Jamaica, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. No es requisito estar dentro del proyecto para recibir inversiones chinas y, de hecho, la Argentina recibió financiamiento chino desde 2018 sin estar incluida.