La emblemática Basílica de Guadalupe se convirtió el viernes en el principal centro de acopio de armas de un acuerdo nacional de desarme voluntario en México que busca reducir los índices de criminalidad, en medio de la creciente violencia y dudas sobre la efectividad del proyecto.
El programa "Sí al Desarme, Sí a la Paz" contempla usar por primera vez iglesias, principalmente católicas, situadas en regiones violentas del país, para recibir por hasta poco más de 26,000 pesos (unos 1,255 dólares) armas de fuego de quienes voluntariamente decidan entregarlas.
"Nadie les preguntará sobre el origen del arma", dijo Rosa Rodríguez, secretaria de Gobernación al lanzar el plan, y agregó que tampoco se investigará el origen de los artefactos ni de las personas que los entreguen. El acuerdo, añadió, también contempla la recepción de juguetes bélicos.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
México ha vivido por muchos años cruentos episodios de violencia generada principalmente por enfrentamientos entre grupos criminales que utilizan poderosas armas, la mayoría de las cuales entran al país ilegalmente desde Estados Unidos.
Por casi dos décadas la nación latinoamericana ha buscado reducir la violencia con diversos programas de desarme, coordinados con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Analistas entrevistados por Reuters creen que la solución no está solo en fomentar el desarme a través de estos mecanismos pues la facilidad con que miembros de la delincuencia organizada consiguen armamento supera por mucho la cantidad de armas que se entregan con esos programas.
"El desarme es parte de una propuesta de construcción de la paz", dijo a Reuters el sacerdote Jorge González, responsable del programa por parte de la Iglesia Católica, quien explicó que el plan se complementará con trabajos de reconstrucción del tejido social y del vínculo entre la policía y la comunidad, entre otras cosas.
González explicó que se tiene previsto iniciar el programa en templos católicos ubicados en regiones con altos niveles de violencia como Chiapas, Guanajuato y Guerrero. En estas zonas, incluso, varios miembros de la iglesia han sido asesinados.
México registra más de 2,000 homicidios mensualmente, la mayoría de los cuales se cometen utilizando un arma de fuego. En un esfuerzo por contener el tráfico de armas hacia el país, el Gobierno ha presionado a Estados Unidos para que ayude a contener el tráfico de estos artefactos.
(1 dólar = 20.7144 pesos mexicanos)
Con información de Reuters