El Tribunal General de la Unión Europea (UE) anuló hoy el aval del bloque a un rescate por 130 millones de euros que el gobierno italiano puso en marcha durante la pandemia para asistir a las aerolíneas afectadas por la crisis que atravesó el sector, en lo que representó una nueva victoria para la low-cost Ryanair que consideró estas políticas como anti-competitivas.
En una sentencia recurrible, la justicia europea concluyó que la Comisión Europea (CE) no motivó adecuadamente la razón por la que le dio el visto bueno al plan del Estado italiano.
Italia había notificado a Bruselas en octubre de 2020 de la creación de un fondo de compensación por 130 millones de euros, para asistir a las aerolíneas italianas que se veían afectadas por las restricciones dispuestas durante la pandemia.
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Como requisito, las empresas debían tener a todos sus empleados destinados en alguna base italiana, y fijar un salario mínimo igual o superior al convenio colectivo nacional para los empleados de otras empresas del sector.
La CE, al analizar la propuesta, no planteó ninguna objeción ya que consideraba que la medida era compatible con el mercado y no revestía ningún problema de competencia.
No obstante, según fallaron hoy los tribunales europeos, el órgano de gobierno del bloque no justificó dicha conclusión ni explicó por qué los subsidios otorgados no eran contrarios a las normas comunitarias que legislan al respecto.
El fallo nace a partir de un recurso de nulidad de la aerolínea low-cost irlandesa Ryanair, la cual ya obtuvo este mes otros dos fallos a favor similares.
El pasado 10 de mayo, el tribunal con sede en Luxemburgo falló en contra de otra aprobación de Bruselas, en ese caso, del plan de 6.000 millones de euros que diseñó Alemania para rescatar a la aerolínea de bandera Lufthansa, y señaló de forma similar- que la CE no estudió si la empresa tenía otras alternativas de financiamiento antes de recurrir a la ayuda pública, por ejemplo, en los mercados.
Ese mismo día, también anuló el aval al rescate de 1.000 millones de euros que Suecia y Dinamarca dedicaron para evitar la caída de la aerolínea escandinava SAS.
Tras estos fallos, la vicepresidenta de la Comisión de Competencia de la CE, Margrethe Vestager, emitió un comunicado indicando que su área estudia con urgencia el detalle de las sentencias y sus consecuencias antes de decidir si recurrir o no.
"Somos conscientes de la incertidumbre que las sentencias crean para las aerolíneas implicadas y para el sector de la aviación en general", dijo Vestager en el texto difundido por las agencias DPA y Bloomberg.
Se desconoce cuáles serán los efectos de las sentencias, de las cuales aún queda un caso pendiente de un rescate a Air France-KLM: en el caso de Lufthansa, el fallo podría obligar a un ajuste retroactivo al paquete de rescate, pero las implicancias para la aerolínea serían limitadas, pues ya devolvió todo el monto del rescate.
No obstante, también podría implicar una penalidad financiera, o un cambio en las reglas de juego, por ejemplo, obligándola a otorgarle a otras aerolíneas franjas de tiempo en los aeropuertos para aterrizajes y despegues (denominadas como slots).
Las sentencias confirman que la comisión tiene que actuar como una guardiana del juego justo en el sector y que no puede ignorar la asistencia estatal discriminatoria otorgada por los gobiernos nacionales, afirmó Ryanair en un comunicado, tras el fallo de Lufthansa.
Las fricciones entre Ryanair y Lufthansa no son recientes: la low-cost recientemente decidió abandonar sus operaciones en el aeropuerto de Frankfurt, el más grande de Alemania, argumentando que las tasas de aterrizaje y de uso de terminales por parte de Frapot empresa operadora, cuya propiedad es parcialmente de Lufthansa- eran prohibitivas.
Con información de Télam