El crecimiento del sector manufacturero de la zona euro se mantuvo elevado en septiembre, pero la actividad se vio muy afectada por los cuellos de botella en la cadena de suministro, que probablemente persistirán y mantendrán una presión inflacionista elevada, según una encuesta realizada el viernes.
Las fábricas han tenido que lidiar con problemas logísticos, escasez de productos y de mano de obra, provocados en gran parte por las continuas interrupciones causadas por la pandemia de coronavirus, que obligaron a los Gobiernos a imponer estrictas restricciones a la movilidad.
El índice final de directores de compras (PMI) del sector manufacturero de IHS Markit se redujo a 58,6 en septiembre, frente al 61,4 de agosto, y justo por debajo de la estimación inicial de 58,7.
El índice diseñado para medir la producción, que alimenta el PMI compuesto que se publicará el martes y se considera una buena guía de la salud económica, cayó de 59,0 a 55,6 en agosto. Todo lo que esté por encima de 50 indica crecimiento.
"Aunque el sector manufacturero de la zona del euro se expandió a un ritmo robusto en septiembre, el crecimiento se ha debilitado notablemente, ya que los productores informan de que los vientos en contra de la cadena de suministro son cada vez más fuertes", dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de IHS Markit.
"Los problemas de abastecimiento siguen causando estragos en gran parte de la industria manufacturera europea, con retrasos y escasez a un ritmo que no se había visto en casi un cuarto de siglo y que no muestra signos de mejora inminente".
Estos cuellos de botella mantuvieron la presión sobre los costes de las materias primas que necesitan las fábricas. El índice de precios de los insumos sólo bajó del 87,0 de agosto al 86,9.
Sin embargo, las fábricas trasladaron parte de esos aumentos a los clientes y el índice de precios de producción se acercó al máximo histórico registrado en verano.
Se espera que los datos oficiales preliminares del viernes muestren que la inflación en la zona euro aumentó hasta el 3,3% el mes pasado, muy por encima del objetivo del Banco Central Europeo del 2,0%.
A pesar del aumento de la inflación, el BCE recortará las compras de bonos de emergencia a lo largo de este trimestre, según dijo el mes pasado, dando el pequeño paso inicial hacia la retirada de la ayuda de emergencia que ha apuntalado la economía del bloque durante la pandemia de coronavirus.
Con información de Reuters