Inflación de referencia para la FED muestra que la economía de EEUU pierde impulso

30 de junio, 2023 | 13.44

El índice de gastos de consumo personal de Estados Unidos (PCE) marcó 3,8% anual en mayo, el menor dato en más de dos años, informó hoy el Departamento de Comercio estadounidense.

La estadística, escogida por la Reserva Federal (FED) para monitorear la inflación, supone una nueva baja tras el 4,3% anual de abril y se ubica lejos del pico de 7% de junio pasado, el cual había implicado un récord desde diciembre de 1981.

Esta moderación será analizada por la FED el próximo mes, a la hora de definir qué hará con las tasas de interés.

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La cifra mensual, en tanto, fue de tan sólo el 0,1%, lo cual también sugiere que la economía se está ralentizando.

Este punto de vista también se ve reforzado por los componentes estrictamente vinculados con el consumo, que lo muestran estancado desde febrero último, tras un ligero repunte al iniciar el año.

Mientras tanto, el índice subyacente -que excluye los valores volátiles de los alimentos y la energía- fue del 4,6% anual, una décima menos que en el mes previo.

Por otro lado, la medición de los servicios –que excluye a servicios públicos y alojamiento- subió 0,2% mensual, el menor incremento desde julio del año pasado.

La FED había puesto el ojo en esta área de la economía, que en los últimos meses había impulsado los precios, luego de que los problemas en las cadenas de suministros y el “boom” en el valor de las commodities se relajen en la manufactura y los primeros eslabones de producción.

Si bien el organismo monetario le dará la bienvenida a esta moderación en los datos que conforman el PCE, los números siguen por encima de la meta de inflación del 2% anual.

En ese marco, diversos funcionarios de la FED, incluido su presidente, Jerome Powell, declararon en los últimos días que, tras la pausa en el aumento de tasas de este mes, estiman que habrán otros dos incrementos en las mismas en lo que queda del año, probablemente comenzando en la reunión monetaria de julio.

“Para la FED, una moderación en el consumo será una noticia bienvenida al igual que la desaceleración en la inflación. Sin embargo, estos desarrollos probablemente no cambien la política que siga a muy corto plazo, con los funcionarios comprometidos en la posición de que tienen que subir (las tasas) más, en un rango más restrictivo”, comentó la economista Rubeela Farooqi, en una nota citada por la agencia Bloomberg.

En sentido contrario, según los economistas Stuart Paul, Eliza Winger y Jonathan Church, los datos del PCE de mayo muestran que “el crecimiento de los salarios y la inflación” se están desanclando.

“Esto nos hace escépticos de que la FED necesite subir las tasas en 50 puntos porcentuales como proyecta”, opinaron.

Si bien el bajo desempleo y los sólidos salarios ayudaron a que los estadounidenses sorteen la suba de tasas y la inflación, hay signos de que cada vez más dependen del endeudamiento y el uso de tarjetas de crédito, en la medida que sus ahorros generados en la pandemia se agotan.

El reporte de empleo de este mes, que será publicado la semana que viene, será otro insumo del que se valdrá la FED en su reunión del 25 y 26 de julio, y según la mirada de la entidad, el bajo desempleo podría estar recalentando los precios de la economía.

No obstante, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, manifestó hoy su optimismo de que la inflación baje sin una caída en el empleo, incluso si la economía se enfría.

“Por un año, hemos escuchado predicciones sobre una recesión inminente, con proyecciones de una para fines de 2022, que luego la cambiaron para inicios de 2023, y después para mediados de este año; pero nuestra economía demostró ser más resiliente de lo que muchos pensaban”, manifestó hoy en un discurso en Nueva Orleans.

Con información de Télam