Ante las altas temperaturas que afectan a todo el país, desde la Dirección de Zoonosis y Protección Animal del municipio de Formosa compartieron consejos claves para prevenir golpes de calor en los animales y cómo actuar en caso de detectarlos.
Durante esta época del año, los animales son especialmente vulnerables al calor. Por ello, es fundamental asegurarles acceso constante a agua limpia y fresca, así como a un espacio con sombra y ventilación. Además, se sugiere reducir la actividad física y, en caso de paseos, realizarlos en horarios con menor temperatura.
Los golpes de calor pueden manifestarse a través de síntomas como agitación, temblores, taquicardia, mareos, vómitos, jadeo, piel caliente, debilidad muscular, dificultad para respirar, nerviosismo y confusión.
En caso de que se presenten estos signos, se recomienda hidratar al animal con agua fresca, refrescarlo mojando zonas como la cabeza, axilas, almohadillas, hocico e ingle, colocarlo en un lugar ventilado, utilizar un ventilador o abanico, ofrecerle hielo para lamer y llevarlo de inmediato al veterinario.
Ola de calor en Argentina: Formosa lidera con las temperaturas más altas
Por su ubicación geográfica, Formosa es una de las provincias donde se registran las más altas temperaturas del país en diferentes estaciones del año, pero que son muy marcadas sobre todo en el verano. Por ello, desde la Subsecretaría de Medicina Sanitaria del Ministerio de Desarrollo Humano brindaron importantes recomendaciones para evitar que los habitantes sufran golpes de calor en estos días de temperaturas extremas.
Los golpes de calor “tienen generalmente un mayor impacto en dos grupos etarios: las niñas y los niños -sobre todo los más pequeños- y los adultos mayores”, aclaró el subsecretario Manuel Cáceres, y sumó también “a las personas con enfermedades crónicas” como diabéticos e hipertensos, entre otros.
Al respecto, remarcó la necesidad de tomar las medidas de prevención adecuadas y estar alerta a los síntomas, para saber cuándo una persona lo está sufriendo, más que nada, porque en verano es habitual que se hagan actividades al aire libre “y los días que hace tanto calor, es decir que la temperatura y la sensación térmica son tan elevadas, aumenta el riesgo de padecer un golpe de calor”, explicó.
Entre las principales medidas de prevención, indicó “evitar exponerse al sol y al calor en los horarios de mayor impacto, entre las 10 y las 17 horas; permanecer en lugares frescos y ventilados, de ser posible dentro de la casa o bien, buscar una sombra para estar al resguardo”.
“Mantener una adecuada hidratación es también fundamental”, señaló Cáceres, agregando que para eso “hay que beber abundante agua, mínimamente entre dos y tres litros durante el día y evitar el consumo de bebidas azucaradas”. Eso debe acentuarse en los niños y adultos mayores, que “aunque no tengan sed, hay que ofrecerles de beber constantemente y a los lactantes hay que darle el pecho a demanda”.