Al Gobierno se le complica financiarse en el mercado local: paga precios altos pero cae la renovación

En marzo, el Tesoro logró un rollover del 112%, con un financiamiento neto de $ 77.000 millones. Al Ministerio de Economía le cuesta cada vez más hacerse de pesos.

03 de abril, 2023 | 19.20

Sin posibilidad de acceder a los dólares de los mercados internacionales, al Gobierno solo le queda el mercado local para poder financiarse y las dificultades se incrementan. A pesar de convalidar tasas cada vez más altas, el promedio de renovación de vencimientos se achica y crece la necesidad de asistencia por parte del Banco Central (BCRA).

En marzo, el Tesoro logró una renovación de vencimiento (rollover) del 112%, con un financiamiento neto de $ 77.000 millones. De esta manera, si bien el rollover acumulado en el primer trimestre fue del 128% (en línea con lo necesario para cerrar el programa financiero en 2023), dicho ratio mostró una tendencia decreciente: pasó de 148% en enero a 131% en febrero y apenas 112% en marzo.

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En esta misma línea, las elevadas necesidades financieras y el acotado financiamiento neto captado en marzo empujaron al Tesoro a solicitarle un nuevo giro de Adelantos Transitorios al BCRA ($ 130.000 millones), cortando así una racha de ocho meses sin asistencia monetaria directa. Para 2023, la meta de asistencia monetaria directa acordada con el FMI equivale al 0,6% del PBI, donde no se contempla la emisión asociada a las intervenciones del BCRA en el mercado secundario para sostener el precio de los bonos públicos en pesos, clave en los meses recientes para la mejora del financiamiento neto del Tesoro.

Volviendo a las licitaciones, si bien el Tesoro logró estirar los plazos, fue a costa de una mayor indexación (siete de cada 10 pesos captados correspondieron a instrumentos indexados) y de convalidar un nuevo aumento en las tasas. El plazo promedio de colocación se ubicó en 4,5 meses en marzo, superando los 3,3 meses de febrero.

Pese a los comunicados de la oposición advirtiendo sobre la sostenibilidad de la deuda pública en pesos, Finanzas logró romper la pared de las PASO al colocar instrumentos con vencimiento en 2024. Sin embargo, estos fueron en su totalidad indexados. Aunque se rechazó un buen porcentaje de las ofertas, las autoridades debieron convalidar una nueva suba de tasas en las LEDES por sexta licitación consecutiva.

De esta manera, las tasas de las LEDES cortaron a una TEA del 125% en la última licitación del mes, lo que le da un margen de 500 puntos básicos al BCRA para instrumentar mayores subas de la tasa de política monetaria (de la LELIQ) sin generar tensiones con la estrategia de financiamiento del Tesoro.

El canje no despejó todos los problemas

De acuerdo a un informe de la consultora Ecolatina, "el canje de deuda pública en pesos que redujo los vencimientos del segundo trimestre (pese a la baja adhesión privada) y el canje de bonos públicos en dólares en poder de organismos públicos permitirán aliviar levemente la presión sobre un programa financiero que seguirá recayendo excesivamente sobre el mercado de deuda en pesos ante la ausencia de otras fuentes de financiamiento internas y externas".

En este sentido, el “frente de los pesos” lejos está de ser un problema resuelto. Para poder cerrar el programa financiero en 2023, "el Tesoro deberá mostrar en lo que resta del año un desempeño similar al del primer trimestre. Esta situación no resulta para nada sencilla al observar el desempeño reciente de las licitaciones".

"Por ello, estimamos que el Gobierno deberá seguir manteniendo atractiva la oferta de instrumentos de deuda soberana (mayor tasa e indexación) para alcanzar el rollover necesario, en paralelo con un BCRA que seguramente siga interviniendo en el mercado secundario para sostener dicha estrategia", agregó el documento al que accedió este medio. A su vez, para fines del segundo trimestre se espera el anuncio de un nuevo canje para la deuda en pesos, con el objetivo de aminorar los compromisos en la segunda parte del año.

Mantener una elevada tasa de refinanciamiento es una de las claves del “frente de los pesos”. Una caída de la tasa de rollover implicaría una fuerte emisión del BCRA (por rescates) que presionaría sobre la inflación y el mercado cambiario, acelerando las chances de una corrección cambiaria abrupta.

Frente a este complejo panorama y la vulnerabilidad del mercado de deuda local frente a episodios de crisis como los vistos a mediados de 2022, "será crucial que se retome el sendero de prudencia fiscal en los próximos meses para mantener acotadas las necesidades de financiamiento y no sobreexigir el actual programa financiero", sostuvo el documento.

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