Por la pandemia, se perdieron cerca de 100.000 empleos registrados en empresas privadas entre marzo y abril. Esto ubica a Argentina entre las menos perjudicadas por la crisis generada por el coronavirus, mientras que en Estados Unidos se generaron 42 millones de desocupados, en Brasil casi 5 millones y en Chile se estima que el desempleo llega al 20%.
En abril bajó 0,6% contra el mes anterior el nivel de empleo registrado en compañías privadas de más de diez trabajadores en los aglomerados, de acuerdo al último Informe de Situación y Evolución del Trabajo Registrado del Ministerio de Trabajo, al que El Destape accedió previamente de forma exclusiva. Se sostuvo el nivel de bajada, que había sido del 0,5% en marzo, pero fue la mayor caída para abril desde el crack de 2002. De forma interanual, la merma fue del 3,1%, en plena vigencia de la cuarentena obligatoria.
En cuanto a los puestos laborales registrados privados totales, en marzo se destruyeron 47.900, lo que implicó una baja del 0,8%. Con las cifras del reporte se puede realizar una proyección, que se confirmará el mes próximo, de que en abril el guarismo se acercó a los 52.000 trabajadores. Esto implica una caída cercana a los 100.000 puestos de trabajo registrados privados entre marzo y abril. El presidente, Alberto Fernández, prohibió por DNU los despidos sin justa causa y por falta o diminución de trabajo y fuerza mayor, lo que contrajo su volumen general sustancialmente desde la entrada en vigencia vigencia, a fines de marzo.
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La merma del cuarto mes del año se explicó por un casi nulo nivel de contrataciones frente al escenario impuesto por la pandemia. "A pesar de observarse también una drástica contracción en el volumen de desvinculaciones, las que se encuentran en su mínimo histórico, superaron a las casi nulas incorporaciones, provocando la caída del nivel de empleo", sostuvo el reporte oficial.
En marzo, con el aislamiento social y preventivo declarado desde el día 20, se perdieron 105.000 empleos registrados totales contra febrero (en compañías y en el Estado), lo que implicó un descenso del 0,9%. Esto se vio presionado por una caída del 0,8% de los asalariados privados, que fueron 47.900 personas.
"Si bien la caída del empleo privado es significativa en términos históricos, no se vio un cimbronazo como en la actividad, lo cual se puede explicar por las medidas tomadas, en particular la prohibición de los despidos", analizó el director del ITE, Juan Manuel Telechea. El investigador ponderó a este medio la relevancia de los sueldos complementarios creado por el gabinete económico: "Es importante mantener y ampliar el ATP, ya que muchas PYMES están mostrando serias dificultades para afrontar el pago de salarios".
En Estados Unidos, la semana pasada se sumaron 1,9 millones de personas a las filas de descoupados que piden subsidios por desempleo. Con esto, sumaron 42 millones las personas que perdieron su puesto de trabajo desde el comienzo de la pandemia. La abismal diferencia radicó en que el presidente Donald Trump no tomó medidas para cuidar los empleos ni prevenir el cierre de PYMES.
De febrero a abril, en Brasil se perdieron 4,9 millones de puestos de trabajo, lo que elevó la tasa de desempleo al 12,6%, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas. Además de esto, hubo 5 millones de "desalentados", es decir, personas que dejaron de buscar trabajo por algún motivo, lo que los excluye del índice de desocupación.
En Chile, el banco JP Morgan entendió que el indicador estadístico oficial subestimó la destrucción de empleo con el 9% que le atribuyó al período enero-abril. En un informe, la entidad internacional sentenció que "en comparación con el mismo período de 2019, un poco menos del 20% de los trabajos perdidos aparecen como desempleados. Las personas restantes emigraron de la fuerza laboral activa, explicando así la caída en la tasa de participación y empleo".
Con la batería de medidas anunciadas a lo largo de la cuarentena, Argentina sostuvo los ingresos de más de 20 millones de personas en este lapso, de acuerdo a un cálculo del CETyD, de la Universidad de San Martín. Las políticas implementadas a partir de la pandemia (salario complementario, IFE y créditos a tasa cero) permiten garantizar ingresos básicos a casi 11 millones de personas. A este grupo se suman 3,2 millones de trabajadores que se desempeñan en el sector público; 6,9 millones de jubilados y pensionados; y los 120 mil que perciben el seguro de desempleo.