El mercado festeja el feroz programa de ajuste de la Libertad Avanza con la baja del Riesgo País. Tras el ingreso de casi 18.000 millones de dólares provenientes del blanqueo de capitales, el Gobierno nacional acomoda sus fichas para iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento externo que profundizará el actual escenario de pauperización social. El mercado festeja – en tanto tenga asegurada su bicicleta financiera – el crecimiento de la pobreza.
“El mercado confía y cree que con los datos del blanqueo, más la posibilidad de un préstamo al sector público por parte de inversores y/o una ayuda por parte del FMI, sumados a la persistencia del ajuste fiscal y la baja progresiva de la inflación, permitirían vivir en este mundo de apreciación y estabilidad cambiaria, al menos un tiempo más. Un Disney de los mercados, que el ciudadano de a pie no está disfrutando”, puede leerse en un reciente trabajo del Instituto del Trabajo y la Economía (Fundación Germán Abdala).
El “ciudadano de a pie” sabe que no se come con la baja del riesgo país. Los salarios registrados privados apenas recuperaron el valor de noviembre y lo hicieron de forma heterogénea. Es decir, no todos los sectores recuperaron un poder de compra que ya era muy bajo antes de la asunción de la administración Milei. El salario real de los trabajadores del sector público sigue dos dígitos abajo respecto al año pasado y se presume que algo similar puede pasar con los trabajadores no registrados. El desempleo es más alto, y la calidad del mismo se deteriora.
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¿Qué ves cuando confías?
Tras la primera etapa del blanqueo de capitales, se produjo una suba de los depósitos privados en dólares. Entre el 15 de agosto y el 23 de octubre, los depósitos saltaron 12.500 millones de dólares, pasando de poco menos de 19.000 millones a 31.500 millones de dólares. El total blanqueado hasta el momento, según los datos proporcionados desde Economía, asciende a los 18.000 millones de dólares. El mercado llora de alegría.
“Los depósitos en moneda extranjera contribuyen en la solidez externa de nuestra economía por dos vías. El 20% de éstos debe encajarse, de modo que constituyen un activo del BCRA, y segundo, a través de las colocaciones vía préstamos a empresas, que deben liquidarse íntegramente en las Reservas producto de la regulación vigente”, indicaron desde el Instituto del Trabajo y la Economía (Fundación Germán Abdala).
De esta manera, de los 12.500 millones depositados, 9.000 millones permanecen en las entidades financieras, y podrían volcarse al sistema local, y, en consecuencia, a las reservas. Además, en octubre se emitieron, al menos, 1600 millones de Obligaciones Negociables, divisas que también deben ser íntegramente vendidas al Banco Central, producto de la regulación vigente. El mercado llora de alegría.
Los que no lloran de alegría
El ajuste del gasto en prestaciones sociales se consolidó. “La recuperación de las jubilaciones es engañosa al comparar con un mes donde no hubo aumento el año pasado. En octubre de 2024, un jubilado de la mínima cobró un 21% menos en términos reales que en septiembre de 2023 (último aumento del gobierno de Alberto) y un 14,4% si se compara con el mismo mes del año pasado”, indicaron desde Instituto del Trabajo y la Economía (Fundación Germán Abdala).
El Gobierno nacional aplicó un mega ajuste bajo el eufemismo de la motosierra sin una política de ingresos para compensar el descalabro social. En el fondo, su programa incluía como definición el disciplinamiento social.
En esta línea, el gobierno apostó todo a la Asignación Universal por Hijo, que creció en términos reales, aunque no llega a cubrir las necesidades básicas de las familias beneficiadas. “Gran parte de los que perciben la Asignación Universal también reciben la prestación del programa Alimentar, que no sólo no ha recuperado su nivel anterior al cambio de gestión, sino que ha continuado deteriorándose. Cuando se mira estos montos en conjunto, la mejora se reduce notoriamente”, agregaron desde la Fundación Germán Abdala.
En el caso de las políticas alimentarias, el ajuste llegó (con los datos consolidados a septiembre) al 20% en términos reales. En cuando al programa Potenciar Trabajo y sus continuadores, la merma de recursos fue del 62% en términos reales.
El plan Progresar, destinado a la continuidad de los estudios de los jóvenes, registró una caída presupuestaria del 66%.
En total, la política de jubilaciones y pensiones tuvo una merma del 20% en términos reales, mientras que el promedio de la caída del conjunto de las políticas sociales fue del 32% en términos reales.