Con el cierre total del canje de deuda bajo legislación extranjera y un porcentaje de adhesión del 99%, el Gobierno logró cerrar una etapa muy difícil respecto a la situación financiera del país a largo plazo. Finalmente, el éxito residió en cumplir de sobremanera los objetivos propuestos en las cláusulas de acción colectiva (CAC).
"Nuestra expectativa es que vamos a tener una participación muy alta como para que se activen las CAC. Ya había una participación importante de los que no eran parte de los grupos. Seguiremos trabajando para lograr ese objetivo", había señalado el ministro de Economía, Martín Guzmán, tras la confirmación del entendimiento con los grupos de bonistas más importantes. Finalmente, el objetivo fue cumplido con amplio margen.
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Cómo se activan las cláusulas de acción colectiva
Las CAC son cláusulas presentes en el contrato de los bonos bajo legislación extranjera que limitan el accionar judicial de los fondos buitre en los procesos de reestructuración. Establecen un piso de aceptación a partir del cual todos los bonistas se vean forzados a entrar al canje, incluso aunque rechacen los términos propuestos.
Para el caso argentino, había dos escenarios distintos que debían afrontar el Gobierno:
- En los bonos del canje 2005, se necesitaba de una aceptación de los tenedores del 85% del total más el 66% de cada serie o bien el 75% de cada serie sin la necesidad de alcanzar el 85% del total.
- En los títulos emitidos durante la gestión de Mauricio Macri, bastaba con el 66% del total y el 50% de cada serie.
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En diálogo con El Destape, el economista Agustín D'Attellis sostuvo que con estos resultados "se están contemplando voluntades por el equivalente a lo que Argentina pudo logró acumular entre 2005 y 2010, donde se completó por un poco mas del 92%". Pero añadió: "La diferencia con la actualidad es que con ese residual, los holdouts no van a poder hacer nada".
"Las CAC se activan todas y de esa forma queda ordenado el panorama y queda despejado el horizonte. El gran desafío ahora es llevar adelante las políticas necesarias para que cuando lleguen los vencimientos, puedan ser afrontados con dólares genuinos y no estemos discutiendo otra reestructuración", remarcó.
En esa línea, D'Attellis señaló: "Para eso hay que sostener la dinámica de crecimiento, desarrollar un perfil exportador, generar condiciones internas para tener la confianza y generar instrumentos de ahorro en moneda nacional y evitar la vía de escape hacia el dólar". Respecto a la importancia del acuerdo, consideró que "era una condición fundamental para reordenar la macroeconomía, aunque no es suficiente, ya que se viene otra discusión compleja con el FMI".
Cuánto se ahorra con el acuerdo
Los términos finales del acuerdo logrado con los acreedores más duros permitieron consolidar la idea de “sustentabilidad” que tanto repitió Guzmán desde el comienzo de las negociaciones. La reestructuración permitirá reducir el interés que pagan los títulos externos a una tasa promedio del 3,07% anual, cuando las condiciones anteriores fijaban un parámetro cercano al 7%
A partir de la confirmación de este canje, Argentina enfrentará vencimientos de los títulos externos por U$S 4.500 millones de dólares en los próximos 5 años en lugar de los U$S 30.200 originales. Si se considera el mismo trato para la deuda bajo legislación nacional, el alivio financiero hasta 2025 alcanza los U$S 42.500 millones.
De sumar el canje de títulos externos junto con el de deuda local en moneda extranjera, el país tendrá un alivio financiero de U$S 37.700 millones en el período 2020-2030. El proceso de reestructuración de los títulos externos pagará comisiones muy bajas desde una perspectiva histórica.
Los fondos de inversión más duros ubicaron su posición en recibir U$S 70 por cada U$S 100 que ingresaran al canje y la Argentina inició la propuesta con U$S 40 por cada U$S 100 a ser reestructurados. Finalmente, el acuerdo se cierra con un valor presente neto aproximado de U$S 55 por cada U$S 100 del stock de deuda.
Para el economista y director de EPyCA Consultores, Martín Kalos, subrayó que "no hay riesgo de que queden holdouts. Por los términos y condiciones de las CAC y los resultados estimados se concreta el canje para todos los bonos". A su vez, añadió: "Por una serie menor el Gobierno no iba a entrar en cesación de pagos porque sería ilógico ingresar a un default parcial tras haber atravesado este proceso".
"Es un elemento de incertidumbre menos, sirve para eliminar incertidumbre en el panorama financiero, mejorar la situación en torno al flujo de divisas y poder concretar un retorno a un sendero de crecimiento. De hecho, alivian la carga durante los años de recuperación de la pandemia, y da un tiempo interesante donde habrá que sentar políticas públicas con el sector privado", reflexionó el economista.