¿Hacia dónde va el servicio de internet en Argentina tras el decreto?

La declaración como servicio público sacudió el mercado. El Destape entrevistó al titular de la Asociación Argentina de Usuarios de Internet, Sergio Salinas Porto.

06 de septiembre, 2020 | 00.05

El decreto de necesidad y urgencia que declaró como públicos y esenciales a los servicios de telecomunicaciones sacudió el mercado y despertó una discusión de fondo que abre una fuerte disputa de intereses. El Destape dialogó con el titular de la Asociación Argentina de Usuarios de Internet (Internauta), Sergio Salinas Porto. Hacia dónde va el Gobierno, el negocio megamillonario de las empresas, los problemas de conectividad, la mala calidad del servicio y la importancia de la pandemia para visibilizar la crisis.

Internauta es una asociación civil sin fines de lucro fundada por usuarios de internet, profesionales de las tecnologías de la información y la comunicación y actores sociales. Junto a otras organizaciones, hace 20 años han insistido en que el servicio sea considerado como un eje estratégico para la planificación del Estado. Finalmente, el decreto firmado por el presidente, Alberto Fernández, y que fue convalidado por el Senado, parece abrir la puerta a la resolución de un conflicto que lleva décadas.

El titular de la Asociación Argentina de Usuarios de Internet, Sergio Salinas Porto.

¿Cuál es el estado de situación actual del servicio de internet? ¿Por qué se llegó a este punto?

Argentina es uno de los países con mayor facturación por parte de las empresas prestadoras de internet, y no porque tengan gran cantidad de clientes sino por el excesivo costo del servicio. Por otro lado, tenemos una prestación deficitaria producto de la mala inversión. Ha habido una inversión troncal generada por el Estado en infraestructura pero los proveedores del servicio mayorista nunca estuvieron a la altura. Las dos grandes mayoristas, que se hicieron de Entel en los años 90 por su privatización, desarrollaron grandes oligopolios. Telecom-Clarín se estableció en el norte y Telefónica -ahora devenida en Movistar- en el sur. Desde un primer momento no cumplieron con lo que se habían comprometido cuando entraron con la privatización, que era darle teléfono en ese momento a todos los argentinos.

¿Qué consecuencias tuvo sobre la conectividad, el acceso al servicio?

Hay zonas enteras el país que nunca tuvieron teléfono fijo. Cuando llegó la banda ancha tampoco tuvieron y recién lo ultimo que tuvieron en algunos casos fue internet por aire, que es de baja calidad y habitualmente no es muy estable. Esa es la realidad argentina: mal servicio y una estructura de precios final para el usuario extremadamente alta. Tenemos un país muy extenso, donde ninguna de las dos grandes empresas te garantizaron nada. A raíz de eso, surgió alguien que quería darle una respuesta a estos territorios: los pequeños proveedores. Ellos buscaron dan servicio donde a las empresas no les conviene invertir. Por eso concentran todo el arsenal en las ciudades. Si te vas a los laterales, el servicio empieza a caer.

¿Qué tan grande es el impacto en las regiones apartadas del Área Metropolitana?

Mirá el caso de La Rioja. Antes de que llegara Arsat, Telecom les cobraba 100 dólares el mega, entonces no se podía dar mucha conectividad por un tema presupuestario. Pero cuando apareció Arsat en el mercado, Telecom bajó el precio a 14 dólares, porque Arsat cobraba 10 dolares el mega. Entonces si de 100 bajó a 14, se trataba de un despropósito. Eso nos pasa a todos, es totalmente desproporcional porque no hay un valor de medida. Vos sabés cuánto vale la tonelada de trigo, pero no podés medir cuánto vale un mega en internet, y las empresas cobran lo que les parece. Cualquier vecino de CABA puede llegar a  300 megas en teoría. Andate a Mar del Plata, a sólo 400 kilómetros, y es una realidad totalmente distinta. Donde hay concentración poblacional ponen servicio y cuando hay menos gente, baja la calidad del servicio... los barrios sin conectividad. Ellos se retiraron hace años. 

¿Cuándo se profundizó la brecha digital concretamente?

Nosotros tuvimos un proceso de avance en el acortamiento de la brecha a partir de Conectar Igualdad, con una fuerte presencia del Estado. Esa computadora iba no solo al pibe, sino a todo el grupo familiar. Pero en 2016 se retiró el Estado, y hoy hay chicos y chicas que están terminando al secundaria y nunca tuvieron una computadora, lo cual impactó en la familia. Hay personas que nunca iban a llegar a una computadora de otra forma. Por eso veníamos luchando por este decreto para luego avanzar en una ley que contemple la infraestructura necesaria para el país.

A partir del decreto, ¿Hacia dónde vamos en términos de marco regulatorio y participación del Estado?

Aspirábamos a pedir una regulacion de la tarifa, revisar la asimetría entre el proveedor mayorista y minorista, y la implementación de una tarifa social. Esa tarifa tiene que tener dos componentes: un aporte del Estado a partir de la quita de impuestos, y uno por exceso a la riqueza de las compañías devolviendo todo lo que se llevaron de los usuarios en este tiempo. Imaginá que si vos te querés bajar del cable, te ofrecen rebajas de hasta un 70%, entonces con el 30% les alcanzaba y les sobraba. Entonces un 70% restante no tiene sentido. 

Yo no se qué va a hacer el Gobierno. Tenemos que decirle a las empresas el 2 de enero, cuando pateen la puerta del Enacom, que esas tarifas hay que revisarlas, hay que ver cuál es el costo real porque se cobra sin ningún sentido. Todo lo pagamos sobre una sobrevaluación que no se justifica en un sistema capitalista. Tendrán que demostrar los detalles su estructura de costos.

No van a dar el brazo a torcer...

El grand desafío será poner blanco sobre negro la realidad de la tarifa, que será difícil. El Gobierno no se si está en condiciones de afrontar semejante desafío ante la oposición de Clarin, que lo intentará acorralar. Es muy complejo que esto ocurra en el marco de la pandemia y otras urgencias. Pero hay que revisar los costos reales. Se tiene que hacer de forma razonable y sólo resta ver los balances. Sin conectividad,  la tarifa nos reconforta a quienes ya accedemos. Tenemos que garantizar acceso al celular y a los datos móviles para los más desfavorecidos y en especial a los más pibes, urgentemente.

¿Hay ejemplos en el mundo para anclarse y ejecutar medidas aplicadas a nuestro país?

Hay modelos que se pueden asumir para determinados temas. Servicio publico esencial hay en Costa Rica, Venezuela, Dinamarca, Finlandia, Francia, Estados Unidos, Canadá. En el caso finlandés no hay nadie no conectado y es por al presencia del Estado. La velocidad en el mundo tiene un mínimo de 300 megas, se viene la era del 5G. En el marco hogareño necesitamos modelos estables que se pueden extrapolar, y se precisa una alta eficiencia. Es un plus que mete a ese país en un lugar diferente. Creo que hay voluntad política, la inversión nos seria tan grande en relación a los beneficios que podría generar. Si tenés pibes que acceden al lenguaje informático en la escuela.... hay una capacidad, una explosión que puede darse desde la inteligencia nacional.

Qué rol tuvo la pandemia en esta discusión

Nuestra organización tiene mas de 20 años y el Covid nos puso en un lugar de discusión interesante. Esta debate se está dando en todo el mundo y el desafío que tenemos es pegar ese salto de calidad, porque tenemos todo para hacerlo. Antes teníamos un solo lugar de ingreso vía marítimo, en Las Toninas, y dábamos internet en todo el país, de norte a sur. Ahora viene otra linea: la red capricornio, que baña a todo el norte del país y que une al este con el oeste. Es un viejo plan que se empieza a aplicarse ahora, baja desde Brasil y termina en Chile.

¿Ya se registraron incumplimientos del decreto?

Tenemos una tonelada de denuncias diarias y se multiplicaron desde el anuncio. Si hay un aumento, te lo tienen que devolver. Hay que hacer el vericueto en Enacom y pedimos que se agilice. Es un sistema burocrático que generó el macrismo, hay que atravesar todo con trámite a distancia de AFIP. Un ciudadano si tiene que hacer mas de tres pasos, termina desistiendo. El usuario final tiene que tener una ventanilla física o digital para presentar la factura. Si la empresa había impreso las facturas con aumentos, lo entiendo y se devuelve. También entiendo que con la plata que cobraron todo este tiempo se fueron hacia la timba financiera. Necesitamos una ley que termine con todas estas cuestiones y voluntad política hay para hacerlo.