Había 568 millones de niños en extrema pobreza en el mundo pre COVID-19

Uno de cada seis menores en todo el planeta sufría esa situación antes de la pandemia, según cifras dadas a conocer por el Banco Mundial y Unicef.

21 de octubre, 2020 | 17.21

El Grupo Banco Mundial y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicaron este miércoles un informe que revela “cifras alarmantes” sobre la situación de 356 millones de niños que vivían en la extrema pobreza ya antes de que la pandemia de COVID-19 golpeara las economías de todos los países. Uno de cada seis menores en todo el planeta sufría esa situación, y dos tercios de esos niños habitan en África subsahariana en hogares que luchan por sobrevivir con un promedio de 1,90 dólar al día o menos por persona, mientras que el sur de Asia aloja a casi una quinta parte de estos chicos, según el estudio.

El análisis muestra que el número de personas que viven en la pobreza extrema disminuyó en 29 millones entre 2013 y 2017, pero advierte que el avance de los últimos años fue “lento y desigual" y, además, “se encuentra en riesgo” debido al impacto económico de la pandemia. El director de Programas de Unicef, Sanjay Wijesekera, resaltó “la escala y la profundidad de las dificultades financieras provocadas por la pandemia” y consideró que “los gobiernos necesitan con urgencia un plan de recuperación infantil", para evitar que muchos más niños y sus familias padezcan niveles de pobreza que no se vieron durante años.

Aunque los niños representan cerca de un tercio de la población mundial, son casi la mitad de la población extremadamente pobre y tienen más del doble de probabilidades de ser paupérrimos que los adultos, señaló el estudio. Los más pequeños, agregó, son los que están en peor situación: el 20% de ellos es menor de cinco años y vive en hogares extremadamente pobres del mundo en desarrollo.

Carolina Sánchez-Páramo, directora global de la División de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, consideró un "motivo de gran preocupación para todos" el hecho de que "antes de la pandemia uno de cada seis niños viviera en la pobreza extrema y que el 50% de los pobres extremos del mundo fueran niños”. La experta resaltó que la pobreza extrema priva a cientos de millones de niños de la oportunidad de alcanzar su potencial en términos de desarrollo físico y cognitivo, y amenaza su capacidad para conseguir buenos trabajos en la edad adulta.

“A raíz de la desorganización económica masiva causada por la pandemia, es más crucial que nunca que los gobiernos apoyen a los hogares pobres con niños y reconstruyan su capital humano durante la recuperación”, enfatizó Sánchez-Páramo. El estudio alerta que la pobreza extrema entre los niños disminuyó menos que entre los adultos, por lo que una mayor proporción de los pobres del mundo eran niños en 2017, en comparación con la cifra de 2013.

Anticipa luego que la crisis de la Covid-19 “seguirá afectando de manera desproporcionada a los niños, las mujeres y las niñas, y amenaza con revertir los avances logrados en materia de igualdad de género”. Los datos del Banco Mundial y Unicef revelan que la mayoría de los países ampliaron los programas de protección social, en particular las transferencias de efectivo, que brindan una plataforma para inversiones a más largo plazo en capital humano. Sin embargo, “muchas de las respuestas son a corto plazo y no son adecuadas para responder a la magnitud esperada a largo plazo de la recuperación”, dice el estudio.