La facturación de los supermercados en abril, primer mes impacto completamente por el aislamiento preventivo, fue de 75.035 millones de pesos, lo que representa un incremento de 51,1 por respecto al mismo mes del año anterior. Es el segundo registro más alto desde diciembre, solo superado por marzo previo (85.896,7 millones de pesos), cuando el aumento estuvo vinculado con una demanda preventiva antes del aislamiento que catapultó las ventas. Respecto de ese récord, en abril los supermercados facturaron un 1,6 por ciento menos.
Si se elimina el factor precio para estimar cantidades, las ventas a valores constantes aumentaron un 0,2 por ciento respecto a abril de 2019, informó este miércoles el INDEC. El supermercadismo, como parte del sector alimenticio, es uno de los pocos que no fueron impactados negativamente por la pandemia. En el caso particular de los supermercados, el aislamiento potenció el consumo artículos de primera necesidad, como alimentos, bebidas y artículos de higiene.
Las ventas de los supermercados que se efectuaron en forma presencial en el salón comercial ascendieron a 71.824 millones de pesos, lo que representa un 95,7 por ciento de las ventas totales y muestra un aumento del 46,6 por ciento respecto a abril del año pasado, por debajo de los precios implícitos del período (50,7 por ciento interanual).
Por su parte, las ventas totales a precios corrientes por canales online sumaron 3210 millones de pesos, lo que representa un 4,3 por ciento de las ventas totales y tuvo una variación positiva de 370,9 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. El 29,6 por ciento de las ventas se realizaron en efectivo, el 27,7 por ciento con débito y el 38,2 por ciento con tarjeta de crédito y 4,5 por ciento pagó con con otro medio.
El personal ocupado ascendió a 94.872 asalariados, de los cuales 10.802 poseen cargos jerárquicos, lo que representa el 11,4 por ciento del total; el 88,6 por ciento restante se compone de cajeros, administrativos y repositores, que suman un total de 84.070 ocupados.