El Gobierno de Uruguay comunicó que comenzará a negociar acuerdos comerciales con terceros países, por fuera de la estructura del Mercosur, y desconoció la cláusula de la conformación del bloque que plantea la necesidad de un consenso del resto de los socios regionales. Los países del bloque, Argentina, Brasil y Paraguay, tomaron de muy mala manera el camino que tomó el gobierno Luis Lacalle Pou.
Según pudo saber El Destape, el comunicado con el anuncio fue dado a conocer por el gobierno de Lacalle Pou, en momentos en que los cancilleres de los países miembro del bloque debatían en el marco de la reunión de Consejo del Mercado Común (CMC), el órgano ejecutivo del Mercosur. A los participantes les generó malestar el apuro de Uruguay por dar a conocer una decisión cuyo debate aún no concluyó y que no fue considerada demasiado inteligente ante la reacción negativa inmediata. Además, la postura rompe con lo trazado en el Tratado de Asunción, un elemento constitutivo para el desarrollo del bloque y las relaciones comerciales.
El gobierno uruguayo manifestó que la decisión 32/00 del Mercosur "no está en vigor", la cual en su artículo primero reafirma "el compromiso de los Estados Partes del Mercosur de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias". El tema en cuestión es uno de los puntos sin acuerdo que lleva adelante el bloque en los últimos meses, y uno de los ejes principales de las reuniones de esta semana que culminará mañana con la Cumbre de Jefes de Estado.
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Fuentes de Cancillería manifestaron a este portal el malestar por parte de la administración de Fernández respecto a que consideran que Uruguay incumplió el primer artículo del Tratado de Asunción, "en lo que se refiere a contar con una política comercial común con respecto a terceros".
Qué discusión tensa el Mercosur
Los equipos técnicos no lograron avanzar en un consenso sobre el relacionamiento externo para concretar nuevos acuerdos comerciales ni en su modalidad. Principalmente, no se definieron los términos de la reducción del Arancel Externo Común (AEC) durante la Reunión Extraordinaria del Grupo Mercado Común (GMC).
Al resumir las negociaciones de los últimos seis meses, el canciller, Felipe Solá, señaló: “Hemos conversado y discutido en este semestre de forma muy exhaustiva la revisión del Arancel Externo Común, una herramienta importante de nuestra política comercial externa y común, así la vemos nosotros; la Argentina en su condición de presidencia pro tempore trabajó con diálogo y propuestas con los socios y creo que ha hecho grandes esfuerzos por alcanzar los acuerdos y consensos necesarios a fin de que esta herramienta siga estando disponible para sostener, promover y fortalecer nuestras estructuras productivas”.
El AEC del Mercosur se cobra al ingreso de mercadería desde fuera de los países del bloque. En promedio es del 12,5%, pero puede llegar hasta un 35% como máximo. Aún así, existen posibilidades para realizar excepciones: los plazos de vigencia permitidos para la rebaja arancelaria se establecen en 12 meses y en algunos casos considerados de urgencia de seis meses. Argentina presentó en los últimos meses una propuesta más moderada respecto a la pretensión aperturista que impulsa Brasil con el acompañamiento de Uruguay.
“Argentina reiteró que acepta una baja de arancel del 10% en 75% de los productos y hay 25% que es esencial como el sector automotriz, juguetes, textiles o lácteos que son considerados sensibles y que no se puede permitir una apertura indiscriminada porque afecta la producción, la competitividad y los puestos de trabajo”, detallaron fuentes oficiales consultadas por Télam.
Frente a la postura Argentina, Brasil y Uruguay ratificaron su interés en reducir de inmediato 10% los aranceles a todas las posiciones arancelarias, y otro 10% en enero, también sin restricciones de sectores. La propuesta que viene elevando la Cancillería de Argentina contempla que la rebaja impositiva debe ser aplicada utilizando una metodología de segmentación del universo arancelario en productos agroindustriales, industriales, bienes de capital, de informática y telecomunicaciones, con cinco eslabones diferenciados entre sí por el grado de elaboración del producto en cada caso, y de allí sale una recomendación de mayores reducciones en insumos y materias primas, y menores reducciones en bienes finales.
El otro punto que genera tensión es la mencionada flexibilización en el relacionamiento externo de los países miembro, lo que conlleva la posibilidad de que cada socio pueda tomar sus negociaciones comerciales de manera independiente con terceros países o bloques, sin acuerdo del resto de los países. Uruguay profundizó sobre esta postura.
Este jueves, en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández de manera virtual, se realizará la Cumbre de Jefes de Estado de Mercosur, Países Asociados e Invitados Especiales, evento mediante el cual Argentina culminará su presidencia pro tempore y hará el traspaso oficial a Brasil.