El petróleo terminó con una pequeña subida este viernes pero cerró la semana con pérdidas, en un mercado preocupado por que la demanda de China se retraiga, ante la posibilidad de una crisis por los problemas en el sector inmobiliario.
El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en octubre ganó 0,80% a US$ 84,80, pero cedió 1,37% en la semana en Londres, mientras que el WTI ganó 1,06% a US$ 81,25 en la última jornada de la semana, pero registró una pérdida semanal de 1,28% en Nueva York.
En ese sentido, los precios del crudo retomaron vigor antes del fin de semana tras informaciones de que se utilizó un importante volumen del WTI almacenado Chushing, en Oklahoma, Estados Unidos.
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"Un sobrevuelo de drones mostró que hubo una extracción importante de más de 3 millones de barriles en los reservorios de Cushing esta semana", indicó a la AFP Matt Smith, de Kpler.
Eso significa "mayor necesidad de petróleo para alimentar las exportaciones desde el Golfo de México", destacó el analista, y señaló que los precios del petróleo estadounidense están "relativamente competitivos con el alza (de cotización) del crudo proveniente de Medio Oriente".
Aun así, la evolución del precio del crudo depende por estos días de las preocupaciones sobre el consumo chino de petróleo y la voluntad de Arabia Saudita de evitar una caída de precios producto de una menor demanda, a través de recortes de producción.
Esta semana se conoció que Evergrande, la segunda mayor empresa constructora de China, con una deuda de más de US$ 300.000 millones y acreedores distribuidos entre empresas, bancos y distintos sectores de la economía de ese país, se declaró en quiebra este jueves en Estados Unidos.
Si bien podría significar una medida de resguardo mientras avanza en acuerdos para la reestructuración de sus pasivos con acreedores en distintas partes del mundo, la noticia puso el foco sobre el sector inmobiliario chino, uno de los principales motores de la actividad del gigante asiático en las últimas décadas y que está en crisis desde 2020.
La suba de los tipos de interés y el enfriamiento de la actividad afectó el precio de las propiedades, al tiempo que hizo más costoso el pago de deuda de las grandes empresas como Evergrande, que no han dejado de perder dinero desde entonces y que han tenido problemas para cumplir con sus compromisos financieros.
Un default de ese tamaño de deuda podría generar un efecto en cadena que golpearía a la economía China y, en consecuencia, al resto del mundo, lo que obviamente afectaría la demanda de petróleo.
Con información de Télam