“La subasta más grande de su historia”, tituló la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) la gacetilla en la que informa sobre la controvertida subasta del histórico edificio del INTA ubicado en la calle Cerviño 3101, en Barrio Norte, que terminó vendiéndose a tres veces el valor que se había establecido como base. Tal como viene denunciando El Destape, el Consejo Directivo del INTA frenó este fin de semana, en una votación que prosiguió a un agotador debate, buena parte del plan de desguace que el sector concentrado agropecuario -a cargo del organismo- intentó imponer. Pero en el tratamiento del extenso programa de recorte y desmantelamiento del principal ente científico y técnico para el sector primario quedó implícitamente avalada la venta de su emblemático edificio de la calle Cerviño al 3001, pleno barrio de Palermo.
Se trata de una locación de alto valor económico en Capital Federal, que el Gobierno pondrá en subasta con un precio irrisorio base de 6 millones de dólares. Entre los potenciales beneficiarios se encontraba el zar local del real estate Eduardo Elsztain. Finalmente, la subasta finalizó en los 18,5 millones de dólares, que los recibirá el Estado por esta venta. El edificio sólo podrá orientarse a proyectos de desarrollo inmobiliario, con lo cual deberán destinarse en un 70 por ciento al propio organismo de tecnología agropecuaria, según las promesas que hicieron los funcionarios.
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“El Gobierno Nacional y Nicolás Pakgojz, el presidente de AABE, suman a este fin de año un nuevo hito. A 24 horas de la nochebuena, la AABE, cumpliendo con el plan de achicar el Estado y hacer más eficiente el uso de los bienes estatales, cerró la subasta con más oferentes de su historia. La subasta digital, que se realizó en el sistema Compr.ar, contó con 17 oferentes presentes que pujaron hasta 40 minutos después del horario inicial de cierre”, informó el organismo.
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No es la primera operación de la inmobiliaria Milei. La venta del edificio de Cerviño, se suma al Centro de Salud Mental (CSM) N°1, situado en Manuela Pedraza 1558, en el coqueto barrio porteño de Núñez, que tendrá el mismo destino. La excusa en el caso del inmueble del INTA, el Gobierno asegura que hay una subocupación de espacios. “El INTA se reparte en cuatro edificios de la Ciudad de Buenos Aires, que no sólo no están ‘subutilizados’, sino que hasta que llegó este gobierno el INTA estaba alquilando edificios (además de esos cuatro) porque no tenía espacio de trabajo para su personal”, explicó a El Destape un trabajador del organismo
Una subasta de 12 minutos
La subasta inició, como estaba previsto, a las 10, desoyendo las advertencias surgidas luego de un informe de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas de la Nación, que daba cuenta de varias irregularidades cometidas en este proceso.
La procuración advertía sobre todo que el trámite para poner en venta el edificio emblemático del INTA, que últimamente albergaba a unos 80 personas empleadas por las empresas vinculadas con ese organismo (INTA y Fundación Argentina), fue demasiado célere y que la AABE decidió desafectar ese edificio sin tener posibilidades de hacerlo, pues esa era una decisión que debía tomar el Consejo Directivo del propio INTA. Este cuerpo, integrado por representantes del Ejecutivo, las entidades rurales y las universidades públicas), se reunió con la subasta ya lanzada, y convalidó la venta bajo fuerte presión de las autoridades de Economía, especialmente del secretario Juan Pazo.
Por lo pronto la AABE festeja, porque la subasta arrancó “con un precio base de 6.378.968 dólares y finalizó, luego de una dura puja entre los participantes que extendió la subasta hasta las 11.40, con un valor de 18.500.000 dólares”. Es decir tres veces más que la base.
Esos contratos de alquiler se fueron rescindiendo y los trabajadores y las trabajadoras se fueron amuchando en los cuatro edificios existentes (Rivadavia 1439, Alsina 1407, Chile 406 y Cerviño 3001). “La pregunta es por qué eligen el de Cerviño y no algunos de los otros tres, como los de San Telmo o Balvanera”, señaló el trabajador que participa de las asambleas del organismo. De hecho, este edificio va a contramano del discurso de recuperar espacios públicos, dado que por sus características y ubicación “se excluye la posibilidad de transformarlo en espacio verde o revalorizarlo y transformarlo en un museo”.
“Si el gobierno de la Ciudad o una constructora de pequeña escala quisiera adquirir el edificio para transformarlo en espacio verde o revalorizarlo y transformarlo en un museo no lo podrían hacer. Una interpretación que hacen en los interiores del organismo es que estas condiciones apuntarían a excluir de la puja en la subasta a constructoras menores”, explicaron a este medio desde el grupo de asamblearios.
El titular del gremio APINTA, Mario Romero, que había denunciado esta irregularidad en el procedimiento, contó que fue notificado del rechazo a una petición que presentó a la AABE para suspender la subasta a las 10.12, es decir doce minutos después del inicio. Ahora en esa organización y otras que presentaron recursos semejantes analizarán si corresponde o no una judicialización de esta controversia.
El precio final superó ampliamente la base inicial y estableció un récord histórico para este tipo de operaciones, según fuentes oficiales. El remate atrajo la atención de 18 oferentes registrados, entre ellos algunas de las empresas más prestigiosas del mercado inmobiliario argentino. El edificio fue adquirido por Brukman Mansilla, una empresa reconocida en el sector.
Según la promesa hecha por el vocero presidencial cuando anunció esta subasta y la decisión también de analizar la venta de unas 70 mil hectáreas de campos experimentales en poder del organismo (que arrancaría en 2025), ese dinero debería ir a parar a las propias arcas del INTA, aunque la regla escrita cambia ese anuncio. “El 70 por ciento del valor de subasta será destinado para trabajos de investigación del INTA y el 30 por ciento ingresa en las arcas del estado nacional”, precisó la AABE. Serían entonces cerca de 12,5 millones de dólares los que volverían al organismo.
"Con esta subasta histórica, reafirmamos nuestra misión de administrar los bienes del Estado de manera eficiente, contribuyendo al desarrollo del país y generando recursos que impactan directamente en el bienestar de todos los argentinos”, concluye el comunicado de la AABE. También se remarcó que este procedimiento “no solo representa un hito para la AABE, sino también un ejemplo del compromiso del Gobierno Nacional con la transparencia y la eficiencia en la gestión de los bienes del Estado”.