El Banco Central (BCRA) cerró su participación en el mercado cambiario con compras netas por 536 millones de dólares, por lo que sumó más de 1.500 millones de dólares a sus reservas en los últimos cuatro días por esta vía, según fuentes de mercado. De esta manera, la acumulación de divisas en el primer semestre cumplió con la meta que impone el acuerdo firmado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional.
La entidad monetaria que comanda Miguel Pesce acumuló un saldo positivo en junio por casi 1.000 millones de dólares y revirtió una tendencia negativa en el mes que traía hasta la semana pasada, mientras que en el año acumula ahora unos 1.800 millones de dólares de compras netas en la plaza. Según confiaron fuentes del Gobierno a El Destape, se alcanzó la meta de acumulación de reservas del primer semestre que fija el programa acordado con el Fondo.
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Las metas incluyen compras en el mercado y créditos de organismos internacionales. Cabe resaltar que los desembolsos de entidades multilaterales previstos pero no concretados aún se descuentan de las metas trimestrales.
El miércoles, el Central había cerrado su participación en el mercado cambiario con compras netas por 583 millones de dólares, el mayor volumen diario desde diciembre de 2016.
Las maniobras del Gobierno para llegar a la meta de reservas
El cambio en la tendencia se dio luego de que, este lunes, entrara en vigencia una nueva normativa para el acceso al mercado de cambios de empresas importadoras. La normativa publicada por el BCRA establece que las importaciones de servicios y de bienes hasta ahora sujetos a licencias no automáticas se financien a 180 días, como venía sucediendo con la importación de insumos con licencias automáticas a partir de la categorización de SIMIs en A, B y C.
La medida contempla, sin embargo, la situación de las pymes al fijar límites de importación un 15% más altos a los registrados en 2021, siempre y cuando las importaciones hayan sido inferiores a 1 millón de dólares, lo que representa un incremento respecto del límite del 5% que estaba fijado actualmente. También se amplió el listado de bienes que requieren financiamiento previo para acceder al mercado de cambios, en caso de tratarse de mercancías que compiten con producción nacional, para los cuales el acceso al mercado de cambios podrá darse a los 180 días, o a los 365 días en caso de considerarse bienes suntuarios.
Por otra parte, en el marco de una curva descendente en el precio internacional de los granos y luego de la suba de la tasa de interés por parte de Estados Unidos, el Gobierno buscó aprovechar un escenario favorable para incentivar que el sector agropecuario liquide dólares en el mercado local.
El viernes pasado, el ente rector de la economía también mejoró las condiciones de constitución de los denominados Plazos Fijos Chacareros, removiendo límites para la renovación. La medida apunta a que el sector agropecuario acelere el vuelco de dólares y sostenga el flujo de reservas en un periodo de escasez.
Los Plazos Fijos Chacareros pueden constituirlos las personas y empresas con actividad agrícola y su rendimiento está relacionado al valor de los cereales u oleaginosas y de la cotización del dólar estadounidense. La condición establecida es que el monto no supere hasta dos veces el valor total de las ventas registradas este año.
En ese sentido, el directorio del Central dispuso que se admita la renovación de esas inversiones a plazo existentes a la fecha por hasta el monto a cobrar a sus vencimientos sin tener en cuenta ese límite de manera de mantener el incentivo a la venta de la cosecha. Además, el directorio elevó el monto para el acceso al financiamiento en pesos de las empresas agroexportadoras, destinado a la compra para exportación, a 15.000 millones de pesos cuando los controlantes sean residentes en el país.
Hace una semana, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció el aumento de la tasa de interés más agresiva en casi 30 años, elevando la tasa de referencia de los préstamos en 0,75 puntos porcentuales. Cuando el país del Norte concreta este tipo de movimientos, los precios de las materias primas suelen seguir una trayectoria a la baja, lo cual afecta el curso de las exportaciones.
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