Fuera del dólar y los títulos públicos se perfila otra realidad para inversores y empresas, más vinculada con la capitalización bursátil de estas firmas privadas. Desde fines de junio último, tras la salida irresponsable de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y hasta el cierre del 2022, el panel de acciones líderes más duplicó su valor y en lo que va de enero avanzó en promedio 30 por ciento. Hasta mediados del año pasado no había nunca logrado superar la barrera de los 100.000 puntos. Incluso mejoró y sigue haciéndolo el volumen de negocios. ¿Qué hay detrás de este renovado optimismo sobre los papeles vinculados con el sector privado?
Una primera aproximación, sin comenzar con el análisis por sector: está claro que la micro y la macro parecen ir por carriles diferentes. O no tanto. La inflación sigue elevada y las presiones sobre el dólar también, lo que retroalimenta el proceso. El Banco Central sube la tasa de interés para enfriar el consumo y el crédito se estanca. Mientras tanto, el sector agrícola-ganadero traccionó el 2022 con excelentes precios internacionales, el potencial de Vaca Muerta es enorme y muchos productores de metales están aprovechando la brecha cambiaria, como el consumo o la construcción.
En resumen: las empresas vinculadas con la energía y los alimentos fueron las más beneficiadas. Lo fueron el año pasado y lo están siendo en la primera parte de este. La clave estará en los niveles de inflación en el mundo desarrollado y las políticas de los principales bancos centrales de no abandonar prematuramente su postura contractiva hasta ver evidencia concreta de desinflación; lo cual congela la actividad global. Esto impactaría en sectores relacionados a commodities, que podrían verse favorecidos por el alza en sus cotizaciones, especialmente la energía.
Estas empresas cuentan con bajo endeudamiento y balances atractivos. Esto las vuelve menos fluctuantes ante un contexto de suba de tasas que termina por impactar en mayor medida a las empresas que presentan altos ratios de endeudamiento. En la Argentina la deuda comercial de las empresas creció casi 16.000 millones de dólares en comparación al mismo período de 2021. En contrapartida, la deuda financiera de las empresas alcanzó su punto más bajo desde 2017, según el Banco Central.
El 2022 finalizó con un quiebre entre junio y julio, donde después de seis meses de curva aplanada, el principal índice del mercado de valores (Merval) saltó un 147,9 por ciento, muy por encima de la inflación del año, la cual cerró en 94,8 por ciento. Medido en moneda extranjera, superó los 600 dólares, acumulando desde la llegada de Sergio Massa a Economía un alza de 60 por ciento, lo que le permitió cerrar el 2022 con un rendimiento del 47 por ciento en billete verde. El mercado de acciones local se transforma en uno de los que acumula mejores rendimientos evidencia en el mundo.
Muchas empresas arrojaron balances muy positivos en Argentina. Las agropecuarias, como es el caso de Molinos Río de la Plata, embolsaron 7.400 millones de pesos en los primeros nueve meses del 2022, mientras que la azucarera Ledesma informó 2045 millones de utilidades. En el caso del sector financiero, la banca acumuló una ganancia neta de 541.598 millones de pesos en doce meses (medido a noviembre), explicada en buena medida por sus tenencias en títulos valores 5.166 millones de pesos.
En el listado aparecen muchas compañías del sector energético, que en todo el mundo tuvieron fuertes ganancias a partir del importante aumento del precio del petróleo a partir de la invasión de Rusia a Ucrania. En la Argentina se suma el plus de la quita de subsidios a la energía y las proyecciones de las inversiones en Vaca Muerta y en el Gasoducto Néstor Kirchner, este último a finalizar en junio próximo.
En esta tendencia se subieron generadoras, transportadores y distribuidoras de energía. De hecho, el BYMA Energía (que aglutina a las líderes) cerró con un alza de 318,1 por ciento. Dentro de este panel, se destacaron las acciones de Transportadora de Gas del Sur (361,1 por ciento) y del Norte (307,5 por ciento). También sobresalieron los papeles de YPF, con el 321,9 por ciento, de la mano de todos los negocios y sectores en los que incursiona con fuerte potencial.
Le siguieron Transener (249,3 por ciento), Comercial del Plata (239,2 por ciento), Central Puerto (237,9 por ciento), Metrogas (184,3 por ciento), Pampa Energía (175,1 por ciento) y Edenor (154,7 por ciento), entre las principales acciones que cotizan en Bolsa. Entre las alimenticias, favorecidas por la suba de precios del año pasado, se destacaron los papeles de la firma Havanna (284,7 por ciento), Molinos Río de la Plata (127,2 por ciento) y de Ledesma (149,1 por ciento).
Ahora, cuando restan dos día hábiles para finalizar enero, el Merval ya acumula un alza de 29,4 por ciento en pesos. Además de YPF, que sigue firme en el mercado y ya avanzó en menos de un 39,7 por ciento; las principales acciones con alzas están más vinculadas con el sector financiero, a partir de los rendimientos que obtiene desde el Banco Central para esterilizar el exceso de pesos. El Grupo Galicia acumula un alza de 55,4 por ciento en apenas un mes, seguido por el Macro (47,4 por ciento), el Supervielle (36,9 por ciento) y el BBVA (28,6 por ciento).
Las siderúrgicas, vinculadas o no con la actividad petrolera, también evidencian un buen presente, no solo por el contexto internacional sino también por cobertura contra una suba del dólar. En lo que va del primer mes de 2023 las acciones de Aluar avanzaron 17,1 por ciento y las de Ternium lo hicieron un 26,2 por ciento.