La economía de Estados Unidos se aceleró al 4,9% en el último trimestre, el ritmo más rápido desde 2021, siendo el gasto de los consumidores -creció 4%- el principal motor de este registro, estimó hoy la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de ese país.
Esto supone además una aceleración de la economía estadounidense, tras el crecimiento del 2,1% del segundo trimestre.
El aumento del producto bruto interno (PBI) real del país norteamericano reflejó incrementos del gasto de los consumidores, la inversión privada en inventarios, las exportaciones, el gasto de las administraciones estatales y locales, y las inversiones fijas residenciales, según la agencia de noticias Bloomberg.
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Estas mejoras se vieron parcialmente compensadas por un descenso de la inversión fija no residencial y un aumento de las importaciones.
Respecto del trimestre anterior, la economía acusó una aceleración del gasto del consumidor, la inversión privada en inventarios y del gasto público federal, así como la entrada en terreno positivo de las exportaciones y la inversión fija residencial.
En tanto, la inversión fija no residencial decreció y el gasto de las administraciones estatales y locales se ralentizó; al tiempo que las compras al exterior se elevaron durante el periodo.
Mientras tanto, una medida de la inflación subyacente muy vigilada se enfrió un poco más de lo esperado al ritmo más lento desde 2020, agregó la citada agencia.
La Oficina de Análisis Económico aclaró que esta primera estimación se basa en datos incompletos "objeto de futuras revisiones" y que el próximo dato se brindará a fines de noviembre próximo.
La economía de Estados Unidos se mantuvo firme frente a los altos precios y la rápida subida de los costos de endeudamiento, superando las expectativas de los analistas y atenuando los temores a una recesión.
El principal motor de esta resistencia es la fortaleza del mercado laboral, que sigue alimentando la demanda de los hogares.
De cara al futuro, la durabilidad del impulso económico en el cuarto trimestre ayudará a los responsables de la Reserva Federal (FED) a determinar si vuelven a subir las tasas de interés, luego de pausarlas en un rango de entre 5,25% y 5,50%, su nivel más alto desde enero de 2001.
Con información de Télam