El número uno del mundo, Novak Djokovic, dijo el viernes que le gustaría volver a jugar en Australia a pesar de haber sido deportado del país a principios de año por no tener la vacuna contra el COVID-19.
El 20 veces ganador de torneos del Grand Slam no pudo defender su título del Abierto de Australia en enero tras ser deportado después de haber sido admitido inicialmente en el torneo a pesar de no estar vacunado.
"No sé nada sobre si me van a restablecer el visado o si me van a permitir volver a Australia. Me gustaría hacerlo. Me gustaría ir allí y jugar el Abierto de Australia", dijo el serbio en una conferencia de prensa.
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"No guardo ningún rencor. Pasó lo que pasó. Si tengo la oportunidad de volver a Australia y jugar en el lugar donde logré el mayor éxito de mi carrera en los Grand Slam, me encantaría volver".
Djokovic, que no está vacunado contra el COVID-19, fue expulsado de Australia tras un calvario de 11 días por decisión del ministro de Inmigración del país ante la preocupación de que el tenista pudiera alimentar una campaña antivacunas.
Djokovic pasó algunos días en un centro de detención de inmigrantes en Melbourne y conoció a refugiados que llevaban años allí. Algunos han sido liberados desde entonces.
"Si eso es correcto, obviamente me alegro mucho, porque sé que fue muy difícil para ellos, sobre todo para los que se quedaron allí durante nueve años", dijo Djokovic.
"Me quedé allí una semana, y no puedo imaginar cómo se sintieron durante nueve años. Si he aportado algo de luz a esa situación, ya sabes, de forma positiva para ellos, para que esto ocurra, por supuesto que estoy muy contento".
(Editado en español por Javier Leira)