El presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Yon De Luisa, aseguró el jueves que no piensa en renunciar, mientras la presión aumenta tras el fracaso por la eliminación de la selección en la fase de grupos de un Mundial por primera vez desde 1978.
El "Tri" le ganó el miércoles 2-1 a Arabia Saudita, pero no se clasificó a los octavos de final por la diferencia de goles en el Grupo C donde Argentina y Polonia avanzaron.
A De Luisa y al director de la Liga Mexicana, Mikel Arriola, se les había culpado de los malos resultados, incluso antes del Mundial, por las decisiones de eliminar el ascenso y descenso en el torneo local y el exagerado número de jugadores extranjeros que pueden participar.
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"No es necesario una renuncia, los dueños (de los clubes mexicanos) van a tomar la decisión, es el fin de un ciclo mundialista", dijo De Luisa a la prensa.
"Se estuvo a un solo gol de evitar el fracaso. Se realizarán cambios estructurales, como la cantidad de extranjeros, ascensos y descenso", señaló.
Sin embargo, la presión política ha crecido, ya que la senadora Bertha Caraveo exigió que De Luisa y Arriola rindan cuentas al llamar a los directivos a comparecer ante la Comisión de Juventud y Deportes del Senado tras el mal desempeño del equipo en Qatar.
"Seremos la sede en la Copa Mundial 2026, y ahí habrá un despliegue logístico inmenso e inversión en su desarrollo, al tiempo que los directivos se benefician mientras entregan malos resultados a la afición," escribió Caraveo en Twitter.
Con información de Reuters
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