La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, dijo que un número suficiente de hospitales, combinado con una aceleración en la vacunación entre los ancianos, significa que la ciudad podrá celebrar unos Juegos Olímpicos "seguros y protegidos" en diez días.
Sin embargo Koike, en una entrevista con Reuters en la sede del gobierno de Tokio, que durante las últimas semanas funcionó también como lugar de vacunación, también advirtió que la pandemia de coronavirus está lejos de terminar y que la variante Delta en expansión sigue siendo un riesgo.
"Mucha gente será vacunada en los próximos diez días y durante los Juegos Olímpicos. El mayor cambio como resultado de eso será una caída sustancial en la proporción de muertes y casos graves entre los ancianos", dijo Koike.
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"Por eso, y porque el sistema médico está listo, creo que podemos seguir adelante con unos Juegos Olímpicos seguros", dijo Koike, quien regresó al trabajo tras un breve descanso debido a la fatiga, durante el cual fue ingresada en un hospital.
Cuarentena en Japón por el COVID-19
La capital japonesa entró en su cuarto estado de emergencia el lunes, lo que provocó el cierre temprano de bares y restaurantes, en medio de un repunte en los casos de COVID-19 que también llevó a los organizadores de los Juegos la semana pasada a prohibir la entrada de espectadores a casi todas las sedes.
Los espectadores del extranjero ya fueron prohibidos hace meses, y los funcionarios están pidiendo ahora a los residentes que vean los Juegos por la televisión para mantener el movimiento de personas al mínimo.
"Es muy triste que los Juegos se celebren sin espectadores", dijo Koike. "Está claro que podremos reducir los riesgos (por eso), pero los espectadores también son muy importantes para los atletas y les dan un gran impulso. Es una gran lástima que tengamos que celebrar los Juegos Olímpicos sin ellos".