El Teatro Colón de Buenos Aires descendió la majestuosa araña que corona su sala principal para realizarle un mantenimiento, como parte de la puesta a punto del mayor coliseo del país antes del inicio de la temporada 2021 el viernes, tras un largo cierre por la pandemia de coronavirus.
Un equipo de 25 técnicos bajó la araña 30 metros hasta el nivel de la platea, cambió sus 552 lámparas y limpió el artefacto de 1.300 kilos, construido en Europa a fines del siglo XIX, una operación que resulta un espectáculo en sí mismo.
"Estamos absolutamente convencidos de que el arte y la cultura ayudan a transitar en otras condiciones este momento tan raro, difícil y duro que estamos viviendo", dijo a Reuters María Victoria Alcaraz, directora general del Teatro Colón.
Tras bajar el telón en marzo de 2020 debido al inicio de la pandemia por coronavirus, el teatro reabrió hace tres meses para celebrar 14 conciertos en conmemoración de los 100 años del nacimiento del fallecido músico argentino Astor Piazzolla, pero tuvo que volver a cerrar por un aumento de los casos de coronavirus.
Ahora, ante una situación sanitaria más controlada, el Teatro Colón iniciará el viernes su temporada 2021 con una propuesta de conciertos, ópera y ballet, con un protocolo que incluye distanciamiento social y un aforo del 50%.
El Teatro Colón durante la pandemia
Durante 2020 y en plena pandemia por el COVID-19, el Teatro Colón, una de las salas de ópera más importantes del mundo por sus condiciones acústicas y arquitectónicas, transformó sus talleres en un centro de producción de mascarillas para repartir a los voluntarios que asisten en la lucha contra el coronavirus.
Y ahora una parte del imponente edificio ubicado en el corazón de Buenos Aires se transformó en un centro de pruebas de coronavirus del gobierno local.
"El Teatro Colón es parte del torrente sanguíneo de la ciudad y del país (...) Creemos que es una institución muy querida, muy respetada por todos los argentinos y qué menos que ser solidarios en un momento como éste y poder acompañarnos. Un poco de testeo y un poco de arte", concluyó Alcaraz.