Aunque Romina Pistolas lleva una década viviendo en Australia y hablando otro idioma, logró debutar con un libro donde su lengua madre fue protagonista, no solo desde el humor propio de su cultura chilena sino también desde las expresiones coloquiales: "chora", "hueona", "me creía la raja", "huachíta", entre otras.
-T.: Te mudaste a un país que hablan otro idioma y en tu novela, rescatás mucho las expresiones chilenas ¿Fue una manera de recuperar tu lengua madre?
R.P.: Pasé 10 años tratando de leer en inglés, de ver cosas en inglés, de hablar solamente con gente en inglés para poder sobrevivir en este país. Ahora que tuve que escribir y hablar tanto en español, al principio me costó. Hablo lento y pienso las palabras. Después de una hora, ya me suelto y pienso todo en español. Me cuesta hacer el cambio. No me di ni cuenta que escribí este libro en mi lengua chilena, porque los chilenos no hablamos español, hablamos chileno. Para mí era menester utilizar las palabras con las que yo había crecido. Hay cosas que no se pueden traducir simplemente. Hay palabras que expresan algo muy preciso y que están en ese idioma coloquial. Me he sorprendido de que, sobre todo en Argentina, me decían "Me encantan los chilenismos que tiene". Yo no me había dado cuenta del uso del lenguaje. Ha sido lindo reconectar con mi país, con mi familia, mostrarme tal cual soy. Acabo de volver de Chile y entré en un hoyo de pensar "¿Por qué estoy acá? A Australia, como dije en algún momento, no le hierve la sangre. Siento que la pasión latina me falta. Estando en Chile y en Argentina, me inspiré, sentí que podía conquistarlo todo. Acá te caés de capa y empiezas a pensar en las consecuencias y en la sociedad que es tan pacata.
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Con información de Télam