Se cumplen 31 años de los asesinatos que inspiraron "El adversario", de Emmanuel Carrère

09 de enero, 2024 | 17.53

El 9 de enero de 1993, hace exactamente 31 años, el falso médico francés Jean-Claude Romand asesinó a su mujer, a sus hijas y a sus padres tras vivir una doble vida durante casi 20 años, una historia que incluye múltiples engaños y hasta una amante, y que fue retratada con perspicacia y obsesión por el novelista y documentalista Emmanuel Carrère en el libro "El adversario", obra que se publicó en el año 2000, se transformó en un clásico dentro del género no ficción y catapultó a la fama al escritor.

Hay un rasgo común que caracteriza a la mayoría de los homicidas: aparentar algo que finalmente no son. Muchas veces las personas de sus entornos los describen como buena gente, cariñosos, buenos padres o hijos atentos. En definitiva, la construcción de una doble personalidad, que en el caso de Jean-Claude Romand, fue llevada al máximo límite posible: creó una vida de ficción basada en un falso título médico.

Durante muchos años les hizo creer a todos sus allegados, inclusive a su mujer Florence y a sus hijas, Carolina y Antoine, que era médico, que trabajaba para la OMS (Organización Mundial de la Salud) e incluso llegó a inventar que había encontrado una vacuna contra el cáncer. Su vida se mantuvo bajo ese velo durante casi dos décadas, hasta que comenzaron a levantarse las sospechas en torno a su éxito y a su carrera.

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Acorralado por sus propias mentiras, en 1993 Romand asesinó a su mujer y a sus hijas para no tener que admitir la mentira sostenida durante años y años. Después de haber cometido los homicidios en su propia casa, dio una caminata por el barrio y se fue a la casa de sus propios padres, a quienes también asesinó a balazos con un arma calibre 22.

El novelista, ensayista, crítico de cine, documentalista y cineasta Emmanuel Carrère, autor mundialmente reconocido por obras como "Limónov", "De vidas ajenas" y "Yoga", entre tantos otros, inmortalizó la historia de Romand en el libro "El adversario", hoy considerada una de las grandes novelas de no ficción del siglo XX.

Un texto que no es solamente una crónica sobre los crímenes del francés, sino también un ejercicio para entender cuáles son los secretos de una psiquis que empujan a una persona a pergeñar un mundo ficticio que se codea con el verdadero terror. "El adversario" es, además, una obra en la que Carrère se permite una reflexión filosófica y literaria sobre la esencia del ser humano.

Para poder encarar esta historia Carrère, antes que nada, se obsesionó. Durante años le envió cartas a Romand hasta que consiguió entrevistarlo y posteriormente escribió "El Adversario", donde reconstruyó los hechos con una precisión asfixiante para poder desplegar cada una de las trampas en las que se fue envolviendo a sí mismo el falso médico.

Acaso uno de los aspectos más inquietantes de esta obra es detectar cómo aquello que comienza como una impostura sencilla termina convertido en un mecanismo sofisticado de engaños, que en su punto máximo de complejidad termina empujando a Romand a traspasar el umbral máximo de la crueldad con su propia familia.

La obra de Carrère fue llevada al cine en 2002 en una película que fue protagonizada por Daniel Auteuil y dirigida por Nicola García. "El adversario" consagró al escritor como un emblema de la no ficción y despejó los reparos que había en torno a los límites de la exposición, tanto de la propia como la ajena.

El dato quizás más importante de lo que fue esta experiencia para Carrère es la fascinación que le produjo la historia de Romand; una especie de encantamiento quedó incrustado en el escritor francés, que llegó a regalarle a su mujer de entonces, Sophie, un anillo de oro blanco revestido con una esmeralda y pequeños diamantes muy similar al que el asesino le había regalado a su amante, Corrine, un tiempo antes de intentar asesinarla.

Lo que sucedió después de la publicación de "El adversario" fue una etapa en que Carrère admitió estar sufriendo. "Pensé: ahora se acabó, haré otra cosa. Voy hacia el exterior, hacia los demás, hacia la vida", dijo en su momento en una entrevista, admitiendo estar en una crisis creativa. En medio de la conmoción acumuló pedidos de editores para escribir textos que volvieran sobre el espíritu de aquello que había logrado contar con tanto éxito: historias oscuras de personas a la deriva.

Indiscutido y polémico, hoy Carrère es uno de los más destacados narradores, una figura inquieta e irreverente que alterna obras que oscilan entre el cine, la literatura y el periodismo para dar cuenta de un abanico de intereses que parece inacabable.

Jean-Claude Romand, el motor de la inspiración de Carrère para una de sus máximas obras, fue enjuiciado y encarcelado y quedó libre en 2019, tras haber pasado 26 años preso por los homicidios.

Con información de Télam