Black Phone, la nueva película de Universal y Blumhouse, presentó su primer tráiler. En él, Ethan Hawke deja entrever el que promete ser uno de sus papeles más aterradores.
Un pequeño pueblo de la América profunda, niños en chubasquero desapareciendo, un terrible asesino en serie que porta globos... Son elementos que ineludiblemente recuerdan al maestro del terror, Stephen King. Y no es de extrañar, ya que el guion de esta cinta, escrito por Scott Derrickson y C. Robert Cargill, está basado en un relato breve de Joe Hill, el vástago del maestro de Maine. A pesar de las referencias a It (Eso), el filme presenta una historia completamente nueva que recuerda a un escape room, con una ayuda paranormal y un 'game master' bastante sangriento.
La sinopsis oficial de la cinta dice así: "Un sádico asesino secuestra a Finney Shaw, un chico tímido e inteligente de 13 años, y le encierra en un sótano insonorizado donde de nada sirven sus gritos. Cuando un teléfono roto y sin conexión empieza a sonar, Finney descubre que a través de él puede oír las voces de las anteriores víctimas, las cuales están decididas a impedir que Finney acabe igual que ellas".
Junto a Hawke, completan el reparto Mason Thames, Madeleine McGraw, Jeremy Davies y James Ransone entro otros. La película, dirigida por Scott Derrickson (Doctor Strange, Sinister) llegará a las salas el 28 de enero de 2022.
La leccion de vida que Ethan Hawke aprendió filmando con Robin Williams
Recientemente, durante un discurso en un festival de cine, Ethan Hawke rememoró su vida como actor y recordó a quien le dejó valiosas lecciones de vida, como lo fue Robin Williams, cuando él empezaba su carrera y con quien trabajó en la película Dead Poets Society (La Sociedad de poetas muertos) de 1989. Y según lo que reveló, al principio pensó que el recordado actor no lo quería.
Hawke, que en el momento del rodaje de la producción tenía apenas 19 años, se tomaba muy en serio su rol como el tímido y sensible estudiante Todd Anderson. En cambio Robin Williams, quien encarnaba al extraordinario profesor Keating y ya era un actor consagrado con amplia experiencia por lo que se daba el lujo de improvisar, mantenerse relajado y hacer bromas en los sets de grabación, le decía constantemente a Ethan que se relajara y se reía frecuentemente de su personaje.
“Robin era muy divertido, relajado y creativo e improvisaba constantemente. Pero yo estaba preocupado por ser un actor serio, había incluso leído a Stanislavsky. Quería interpretar genuinamente ese personaje y no burlarme. Él (Robin) se reía de mí y decía: ‘Oh, ¡este no quiere reírse!’... Cuanto más hacía bromas sobre mi personaje, más humo salía de mis oídos”, narró sobre su interacción con el actor y su actitud bromista, que consideraba “irritante” en un principio.
Sin embargo, pese a esos episodios que Hawke tomó como algo personal en contra suya, más adelante el veterano Williams le demostró su aprecio y admiración con un gesto que valía más que mil palabras. Esto confesó entonces Ethan sobre lo sucedido tras el fin del rodaje de tal largometraje: “Cuando terminamos de realizar la película, recibí una llamada del agente de Robin diciéndome que me quería representar porque él le había dicho que sabía que yo iba a ser alguien grande algún día”, narró.
“Hubo una escena en la película en la que me hizo inventar espontáneamente un poema frente a la clase. Hizo esta broma al final, diciendo que me encontraba intimidante. Pensé que era una broma. A medida que envejezco me doy cuenta de que hay algo intimidante en la seriedad de los jóvenes, su intensidad. Es intimidante, ser la persona que creen que eres. Robin fue eso para mí”, agregó Hawke.