Si se comienza a observar cómo conducen algunas personas es posible notar que no todos tienen un gran recuerdo sobre el manual de conducir y hacen uso del auto de manera incorrecta. Esto se puede divisar en la utilización de las luces traseras que muchos las encienden de forma equivocada mientras se desplazan por la ciudad.
Cada uno de los faroles que se encuentran disponibles en un automóvil cumplen con una función determinada y solo deben utilizarse en ocasiones que lo ameriten, debido a que esto puede provocar cierta confusión en los demás y generar accidentes de tránsito. Por lo general, las luces traseras son las que un mal uso disponen porque muchos las prenden otorgándoles funciones que no cumplen.
"Si tienes coche europeo, es posible que pertenezcas al 90% que ignora que tu auto tiene luces de niebla traseras. Estas luces son SOLO para EMERGENCIAS, tormenta o niebla en carretera. Investiga cómo se prenden y nunca las uses en la ciudad", manifestó Xavier Tello, como figura su usuario en X (Ex Twitter) sobre una foto que le llegó de un auto que circulaba de noche en un lugar con alta densidad urbana.
Las luces traseras en su mayoría lanzan advertencia para aquellos que nos persiguen, ya que les permite comprender cuál va a ser el próximo movimiento que vamos a realizar. Esto ayuda a que regulen la velocidad o no realicen determinadas acciones. El mal uso de los faroles puede generar una confusión y en algunos casos es merecedor de una multa.
Cuáles son las luces prohibidas para los faroles del auto y por qué es motivo de multa
Por otro lado, es importante mencionar que las intervenciones que le realicemos a nuestros autos deben cumplir con las normas que se establecen para un correcto andar de acuerdo a lo que figura en la Ley Nacional de Tránsito. Una en la que se aclara qué tipo de luces no se pueden colocar y con que intensidad deben contar. Algunas generan una ceguera momentánea que es peligrosa para la seguridad de las personas y la estabilidad del vehículo.
Es cierto que las luces LED consumen menos y disponen de una potencia mayor en relación con las tradicionales, pero no todas se encuentran aptas para ser colocadas en los faroles de los autos. Algunas generan un efecto en la retina que obliga a cerrar el ojo para evitar que se dañe. El hecho de tener que conducir un puñado de segundos sin ver la carretera es un enorme peligro.
"Una de las prohibiciones más claras del uso de luces altas se da en las áreas urbanas, es decir, en ciudades, pueblos o localidades donde la iluminación pública suele ser suficiente", señalan desde Examedia sobre la intensidad de los faroles. No solo hay que colocar el producto indicado, sino también regular su potencia cuando nos encontramos en zonas urbanas que disponen de un tendido eléctrico más que pronunciado.
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