Máxima Zorreguieta tuvo una vida llena de experiencias amorosas y profesionales que la llevaron desde Buenos Aires hasta Europa. Nacida el 17 de mayo de 1971 en un departamento del elegante barrio de Recoleta, Máxima creció en una familia de clase alta y asistió al exclusivo Colegio Northlands. Su padre, Jorge Zorreguieta, fue secretario de Agricultura y Ganadería durante la dictadura del general Videla, un pasado que más tarde tuvo repercusiones en su vida en la corte holandesa.
Desde joven, Máxima tuvo varios pretendientes. Según la biografía Máxima, la construcción de una reina de Rodolfo Vera Calderón y Paula Galloni, cuando era pequeña aseguraba a sus compañeros que se casaría "con un noble". Y aunque lo logró, antes de conocer a Guillermo vivió varias relaciones significativas.
Uno de los primeros amores de Máxima fue Tiziano Iachetti, un italiano que vivía en Argentina. Si bien esa relación no prosperó, mantuvieron una buena amistad hasta el punto que Máxima lo invitó a su boda con Guillermo junto a su entonces esposa, María Frers.
Durante sus años universitarios, Máxima se enamoró de Max Casá, un conocido cocinero que participaba en el programa Todo dulce de Maru Botana en Utilísima Satelital. Fue en 1989, durante el primer año de Máxima en la Universidad Católica Argentina, donde estudiaba Economía, que se conocieron.
También salió con Federico de Álzaga, un miembro de la alta sociedad argentina. Esta relación fue seria y pensaron en casarse, pero al finalizar sus estudios, Máxima expresó su deseo de vivir en el extranjero, lo que llevó al fin de su relación. Esperaba que Federico la retuviera, pero al no recibir la respuesta que deseaba, decidieron terminar.
Luego de graduarse, Máxima se mudó a Nueva York, donde tuvo un affaire con Orlando Muyshondt, un exitoso banquero y entusiasta del surf de El Salvador. Aunque apasionante, esta relación no duró mucho. Posteriormente, tuvo un breve romance con un piloto de United Airlines y luego conoció a Christopher, un noble inglés cercano a la familia real británica, con quien también tuvo una relación fugaz.
A pesar de los intentos de la Casa Orange-Nassau por "limpiar" su pasado amoroso, las historias de sus antiguos amores aún persisten. "Yo me voy a casar con un noble", les aseguraba a sus compañeras cuando estaba en el colegio, una predicción que se hizo realidad cuando se casó con Guillermo y se convirtió en la reina de los Países Bajos.
Cuánto dinero quiere ganar Catalina Amalia de Orange, hija de la reina Máxima Zorreguieta
Catalina Amalia de Orange, la heredera al trono de los Países Bajos e hija de la reina Máxima Zorreguieta, alcanzó la mayoría de edad con una decisión que sorprendió a muchos. A sus 18 años, Amalia decidió renunciar a la asignación anual de 1,5 millones de euros que la legislación neerlandesa otorga a la heredera al trono. En aquel momento, expresó su incomodidad por aceptar tal suma, argumentando que tenía "poco que ofrecer a cambio" y considerando innecesario recibir ese dinero "mientras no tuviera que enfrentar gastos significativos" en su rol de Princesa de Orange.
La vida en Madrid y las amenazas de la mafia
En su búsqueda de una vida más normal y segura, Amalia pasó un tiempo en Madrid como estudiante, lejos de las amenazas de la mafia holandesa que había puesto en riesgo su seguridad. Este período en España no solo la alejó de los peligros en los Países Bajos, sino que también le permitió disfrutar de una relativa privacidad y enfocarse en sus estudios.
La solicitud de la asignación a los 20 años
Ahora, a sus 20 años y con una perspectiva más madura y preparada para asumir un papel más prominente en la vida pública, Amalia reconsideró su postura inicial sobre la asignación financiera. En una carta dirigida al primer ministro holandés en funciones, Mark Rutte, Amalia solicitó que se le permita acceder a su asignación a partir de 2025. En su mensaje, señaló que este ingreso le permitirá "cumplir su función de manera independiente y autónoma", subrayando la necesidad de cubrir gastos esenciales para su rol como heredera.
Amalia anticipó que, a partir de enero del próximo año, necesitará cubrir gastos de personal y materiales esenciales para su función. Esto incluirá la creación de una secretaría y la asignación de fondos para establecer un espacio propio donde vivir y trabajar. Con estos planes, la princesa busca mudarse del palacio de sus padres y establecerse de manera independiente, descartando la ocupación de cualquier otra residencia real.
El primer ministro Mark Rutte respondió positivamente a la solicitud de Amalia, deseándole "mucho éxito" en sus estudios universitarios. Actualmente, la princesa está cursando Política, Economía, Derecho y Psicología en la Universidad de Ámsterdam y está próxima a concluir su segundo año de carrera. Aunque tiene derecho a 322.000 euros anuales adicionales destinados para su educación, Amalia decidió no hacer uso de este monto, demostrando su compromiso con la responsabilidad financiera.
Con la reciente solicitud de su asignación, se anticipa que Amalia asuma un papel más activo y visible en la vida pública. Se espera que comience a acompañar o representar a sus padres en diversos actos oficiales con mayor frecuencia, marcando así el inicio de una nueva etapa en su vida como futura reina de los Países Bajos.