La reina Máxima Zorreguieta, reconocida por su impecable estilo y su rol en el gobierno de los Países Bajos, habló recientemente en una entrevista exclusiva para la revista Hola en Nueva York. Durante la conversación, la consagrada ícono de estilo y elegancia reveló su decisión de embarcarse en una nueva etapa en su carrera.
Vestida de naranja ladrillo de pies a cabeza, con una blusa de mangas largas con volados y un pantalón de vestir tiro alto y holgado, Máxima Zorreguieta se dejó fotografiar en las calles que rodean la sede de la ONU en Nueva York. En este encuentro, la reina fue nombrada Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera.
En cuanto a su nueva etapa, Máxima afirmó: "Mi trabajo como defensora de las finanzas inclusivas ha terminado. Es hora de que me dedique a otra cosa. No significa que el trabajo por las finanzas inclusivas en general haya terminado. Todavía hay que llegar a mucha gente: 1.500 millones de personas, pero otras organizaciones continuarán con esta labor. Mi valor añadido reside en otra parte".
La reina reflexionó también sobre su nuevo rumbo en su carrera, destacando la importancia de desarrollar servicios financieros que beneficien directamente la salud financiera de las personas. La reina Máxima remarcó: "Tenemos que examinar con gran atención cómo se pueden desarrollar los servicios financieros de tal manera que beneficien directamente a la salud financiera de las personas, de modo que creen un colchón para resistir los choques financieros, seguros para protegerse de los riesgos y préstamos asequibles para invertir en sus objetivos futuros".
Durante la Asamblea General de la ONU, la reina de Países Bajos participó en ponencias y recibió un homenaje por sus 15 años como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Financiación Inclusiva para el Desarrollo. Para esta ocasión, lució otro elegante conjunto de blusa y pantalón, pero en color rojo.
Al igual que en su labor anterior, Máxima Zorreguieta continúa trabajando arduamente por el bienestar y la mejora de las personas. "La principal preocupación es diseñar productos financieros que conduzcan a mejorar la vida cotidiana de la gente", afirmó la monarca, mostrando su compromiso y dedicación.
"Los responsables políticos y los proveedores de servicios financieros deberían anteponer las necesidades de los clientes", sentenció la reina Máxima, sobre la labor que le encomendó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Por qué la reina Máxima fue acusada de abuso de poder durante la presidencia de Macri
Un hecho pasado que aún resuena en la memoria colectiva fue el escándalo que puso en riesgo la reputación de Máxima Zorreguieta y su posición como reina. En el año 2016, debido a su hermana Inés Zorreguieta, la reina de Países Bajos fue acusada de tráfico de influencias. Sin embargo, es importante contextualizar esta acusación remontándonos a los sucesos pasados.
Inés Zorreguieta, reconocida como la hermana favorita de la reina de Países Bajos, nació en diciembre de 1984 y se convirtió en la benjamina del clan Zorreguieta, llevándose 13 años con su hermana mayor, quien posteriormente llegaría a ser monarca. Siendo la más joven, Inés conquistó el corazón de su hermana, permitiéndole actuar como dama de honor a los 17 años y portar la cola del vestido de novia.
La reina de los Países Bajos intentó en varias ocasiones que su hermana menor se estableciera en Ámsterdam con el consentimiento de la corte holandesa, incluso convirtiéndola en madrina de bautismo de la princesa Ariane. Sin embargo, este vínculo aparentemente perfecto se vio manchado por la polémica.
Nadie esperaba que Inés Zorreguieta, la sonriente madrina de la hija menor de los reyes de Países Bajos, luchara contra la depresión y un trastorno alimentario que la llevarían a ser internada en una clínica psiquiátrica en 2012 y, lamentablemente, a quitarse la vida en 2018.
Con un destacado currículum, Inés Zorreguieta inició su carrera laboral en Naciones Unidas en Panamá. Sin embargo, en 2016, recibió un nuevo cargo por parte del gobierno argentino y ahí fue cuando surgieron los problemas, tanto para ella como para la reina de los Países Bajos.
En ese entonces, el presidente Mauricio Macri y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, designaron a Inés como directora de Despacho y Mesa de Entradas de la dirección general de Administración de la secretaría ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, un puesto que dependía de la Presidencia. El problema radicaba en que la hermana de la reina no cumplió con los requisitos mínimos establecidos para ocupar dicho cargo.
La reacción de la prensa no se hizo esperar. Muchos recordaron que la familia de la reina y los Macri veraneaban juntos en Argentina cada año, e incluso se mencionó que Máxima tenía buena relación con Juliana Awada, esposa de Mauricio Macri. También se rescataron muestras de apoyo de Máxima hacia el presidente.
Las críticas sobre la posible influencia de la reina en la decisión del presidente argentino aumentaron. Ante esto, la embajada de Holanda en Argentina se vio obligada a emitir un comunicado asegurando que Máxima no tuvo ninguna participación en el nombramiento de su hermana. Después de 180 días, Inés dejó su cargo y nunca más se supo de ningún otro trabajo que haya tenido.