El fotógrafo belga Yves Adams tomó la primera fotografía de un pingüino color amarillo durante una expedición de dos meses en islas del Atlántico Sur. El curioso animal se encontraba en una colonia de 120 mil pingüinos rey y si bien se diferenciaba notablemente de sus pares, fue el animal quien se acercó al fotógrafo.
A través de su cuenta de Instagram, el especialista en fauna salvaje relató el hallazgo del curioso animal: “Mientras desempacaba nuestros botes de goma, justo después de aterrizar en una playa remota en la isla de Georgia del Sur, este pingüino rey caminó directamente en nuestra dirección en medio de un caos lleno de elefantes marinos y lobos finos antárticos, y miles de otros pingüinos rey ¡Qué afortunado pude ser!”, compartió a sus 11 mil seguidores.
Según relató el fotógrafo, el ave se le acercó a él y a su equipo. De este modo, Adams logró retratar al llamativo pingüino nadando y caminando en la orilla de la playa junto a otros ejemplares de la colonia. “Normalmente es casi imposible moverse en esta playa debido a todos ellos. Si hubiera estado a 50 metros de distancia, no habría podido observar este espectáculo”, explicó.
Adams había capturado la imagen en diciembre de 2019 y tardó más de un año en publicarla debido a las exigencias de su exposición ya que la expedición la había realizado con la firma estadounidense Quark Expeditions, una empresa de viajes de expedición al Polo Sur.
El color del pingüino
A diferencia de sus pares en la misma isla, este ejemplar no tiene el clásico aspecto negro y blanco con detalles dorados de los pingüinos rey. Por el contrario, pareciera que fue decolorado por completo, con los ojos totalmente azules y el pico casi rosa.
El color de las plumas del ave se debe a una condición llamada leucismo. Al igual que en el caso de los pingüinos albinos, se trata de una característica de nacimiento causada por la falta de pigmento en la piel y los ojos. Las células del pingüino ‘leucístico’ no crean melanina, por lo que sus plumas negras se vuelven amarillas.
De acuerdo con los científicos, el pigmento amarillo de las plumas de los pingüinos es químicamente distinto de todas las demás moléculas que se sabe que dan color a las plumas de esta especie.