Estados Unidos: Trump, Obama, Biden, Kamala, Clinton y Bush, todos juntos en el funeral de Jimmy Carter

Trump conversó con Obama, quien sonrió. Su rival electoral, la vice Harris, en cambio, no cruzó palabra con el presidente electo. Una imagen poco común a solo 11 días de la asunción presidencial que inaugurará el segundo mandato de Trump.

09 de enero, 2025 | 16.03

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el electo Donald Trump, la ex candidata y vice Kamala Harris, y los ex mandatarios Bill Clinton, George Bush y Barack Obama coincidieron este jueves en el funeral de Jimmy Carter, una escena que desnudó la tensión y polarización política que vive el país a sólo 11 días de la asunción presidencial. Trump buscó bromear con Obama, quién se rió, mientras Kamala evitó cruzar palabra. En su mensaje, Biden aseguró mirando a quien fue su antecesor y será su sucesor: "Tenemos la obligación de no dar refugio al odio y hacerle frente a lo que mi padre decía que era el mayor pecado de todos: el abuso de poder."

La despedida de Carter, quien murió el pasado 29 de diciembre, reunió al presidente actual y a los ex mandatarios que siguen vivos en el Washington National Cathedral, donde también se dieron cita familiares, parlamentarios y referentes de distintos espacios políticos. También estuvieron dirigentes de otros países, como el primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; y el príncipe Guillermo de Gales, entre otros.

Familiares, ex colaboradores y el presidente actual de Estados Unidos tomaron la palabra durante la despedida para participar del homenaje. "La amistad de Jimmy Carter me enseñó, y a través de su vida nos enseñó, que la fuerza de carácter es más que un título o el poder que ostentamos", sostuvo Biden. Además, destacó su personalidad: "Porque creo que el carácter es destino. Destino en nuestras vidas y, francamente, destino en la vida de la nación. Es la acumulación de un millón de cosas basadas en el carácter lo que lleva a una buena vida y a un país decente. Una vida con propósito, una vida con significado. Ahora, ¿cómo encontramos esa buena vida? ¿Qué aspecto tiene? ¿Qué se necesita para construir carácter? ¿El fin justifica los medios?".

El legado de Carter

Carter no era el presidente más querido por la mayoría de los estadounidenses. Muchos recuerdan su mandato (1977-1981) como un tiempo de inestabilidad económica, con el trauma de las largas colas para cargar nafta, y política, por ejemplo con la crisis de los rehenes en la embajada en Irán, tras el triunfo de la Revolución Islámica. Sin embargo, su trabajo posterior, ya fuera del Gobierno, le valió un reconocimiento tanto nacional como internacional. Fue un ferviente defensor de la lucha por los derechos humanos, por la transparencia y el respeto electoral -su Centro Carter hoy es una de las instituciones más respetadas en el mundo- y su voluntariado, por ejemplo, construyendo viviendas para familias sin recursos. En 2002, obtuvo el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a las soluciones pacíficas a múltiples conflictos internacionales que fomentó durante su carrera.