La NASA informó que los astronautas Butch Wilmore y Sunita Williams llevan más de 60 días varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a problemas con la cápsula Starliner de Boeing. Esta misión, que debía durar 8 días, se extendió debido a fallas en los propulsores y otros sistemas de la nave, lo que no garantizó un regreso seguro a la Tierra.
Según comunicó la agencia espacial estadounidense, la nave presentó una fuga de helio en la cápsula, un cierre fallido en las válvulas propulsoras y, por último, un apagón abrupto en cinco propulsores de maniobras. Es decir, averías muchos más graves de lo esperado.
A pesar de esta situación, el ejecutivo de la NASA, Scott Hubbard, aseguró que "los astronautas están un poco estancados aunque ciertamente no varados". Además, remarcó que se encuentran a salvo a bordo de la estación espacial con suficientes suministros y trabajo por hacer.
Ante las fallas de la nave de Boeing, la agencia espacial planea utilizar otra nave, producida por SpaceX, la empresa de Elon Musk, o en su defecto, la cápsula rusa Soyuz, para traer de regreso a los astronautas. Esta situación representa un revés para Boeing, ya que pretendía consolidarse como la principal competidora de la compañía del magnate en el ámbito aeroespacial.
Desde Boeing comunicaron que están investigando las causas de las fallas de su nave y el gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, Steve Stich, afirmó que "no fijarán una fecha específica para el regreso de los astronautas hasta que completen las pruebas necesarias". En ese sentido, esta semana se enviaron suministros desde la Tierra para abastecer a los nueve astronautas presentes en la estación espacial.
Además, se espera la llegada de más provisiones en los próximos meses. En cuanto al suministro de aire, la estación espacial cuenta con sistemas propios de generación de oxígeno, aunque la NASA desea retomar la normalidad lo antes posible.
Butch Wilmore y Sunita Williams comentaron que, a pesar de la situación, se mantienen ocupados ayudando en reparaciones e investigaciones, y tienen confianza en todas las pruebas que se realizaron a Starliner. Además de ellos, la tripulación de la EEI está conformada por cuatro astronautas estadounidenses más y tres rusos, sumando un total de 9.
"Bomba termonuclear": el evento cósmico que desvela a los astrónomos
En el corazón de la constelación de Corona Boreal, a unos 3.000 años luz de distancia, se encuentra un espectáculo estelar sin precedentes. Se trata de un sistema binario conformado por una enana blanca y una gigante roja, cuyas interacciones están a punto de desencadenar una nova, una explosión termonuclear que aumentará drásticamente su brillo.
La comunidad científica está emocionada ante la proximidad de este evento astronómico tan singular. La Dra. Rebekah Hounsell del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA señaló: "Tener la oportunidad de presenciar de cerca un fenómeno tan raro es realmente asombroso tanto para los aficionados como para los científicos".
Según la Dra. Elizabeth Hays, también de la NASA, el brillo de la nova aumentará gradualmente durante las primeras 24 horas hasta alcanzar su punto máximo. La mejor oportunidad para observarla a simple vista será aproximadamente un día después de la erupción. Este espectáculo será visible a simple vista durante una semana entera, sin dudas, algo que no se debe dejar pasar.
La historia de T Coronae Borealis es fascinante, con registros de erupciones que datan del año 1217, cuando fue observada por el abad alemán Burchard. Otros episodios también fueron documentados en 1866 y 1946. Este ciclo de explosiones regulares, a diferencia de una supernova, no destruye la estrella, lo cual mantuvo a los investigadores expectantes y en vilo, esperando el próximo destello.
De acuerdo a los cálculos realizados por Brad Schaefer, catedrático emérito de Astronomía de la Universidad Estatal de Luisiana, se espera que la próxima explosión de T Coronae Borealis se produzca entre ahora y septiembre de 2024. Este pronóstico se basa en la observación de un "descenso previo a la erupción" en el brillo de la estrella en marzo de 2023, lo que indica que se está acercando a su punto crítico.
Los observadores que estén interesados en presenciar este fenómeno cósmico deben buscar la constelación de Hércules y localizar las estrellas Vega y Arcturus. Una vez que estalle la nova, su brillo será tan intenso que será visible a simple vista.