Científicos de la NASA están trabajando con socios internacionales para utilizar datos satelitales y así poder detectar tormentas de granizo, que pueden llegar a generar daños catastróficos para hogares, negocios, agricultura e infraestructura. Gracias a este proyecto, se podría mejorar nuestra comprensión sobre la frecuencia de las tormentas y elaborar estrategias para disminuir los daños.
A través de este proyecto, se buscará proporcionar mapas a largo plazo a escala regional y mundial de la ocurrencia de tormentas severas, modelos de catástrofes y también desarrollar nuevos métodos para mejorar el pronóstico a corto plazo de estas tormentas.
Según indicó la NASA en un artículo de su página oficial, las granizadas son el peligro de tormentas severas más costoso para la industria de seguros, lo que hace que los datos confiables a largo plazo sean necesarios para estimar los daños asegurados y evaluar los riesgos de pérdidas extremas.
"Estamos usando datos de muchos sensores satelitales para profundizar y comprender cuándo y dónde es probable que ocurran granizadas y el daño generalizado que pueden causar", dijo Kristopher Bedka, investigador principal del Centro de Investigación Langley de la NASA en Hampton, Virginia. "Este es un proyecto único en su tipo y estamos comenzando a mostrar cuán útiles pueden ser estos datos satelitales para la industria del reaseguro, los pronosticadores, los investigadores y muchas otras partes interesadas".
Para este proyecto, la NASA está colaborando con Willis Towers Watson, una compañía que brinda servicios globales de asesoría e intermediación al trabajar con los clientes para comprender mejor el riesgo y brindar resistencia financiera frente a eventos extremos que generan pérdidas, como tormentas de granizo. Este modelo de catástrofe se utilizará para ayudar a los clientes de seguros y reaseguros a desarrollar su propia visión del riesgo para su región.
Los modelos de catástrofes de granizo que está desarrollando Willis Re requieren un análisis exhaustivo de los eventos de granizo para cuantificar características como la longitud, el ancho, la duración, la intensidad y la velocidad de movimiento de la actividad de la tormenta.
Desde la NASA afirmaron que, aunque los científicos no viajan por el mundo para observar el granizo directamente, pueden usar información de varios instrumentos satelitales diferentes para "ver" un registro histórico de dónde se han producido las granizadas: se podrán identificar a partir de tendencias a largo plazo en los datos de satélites geoestacionarios con vistas adicionales de satélites en órbita terrestre baja.
"El granizo se forma dentro de fuertes corrientes ascendentes de tormentas que tienen una apariencia única en imágenes geoestacionarias visibles, infrarrojas, de rayos y en imágenes de microondas pasivas de órbita terrestre baja", manifestó Bedka y contó que "estamos enfocados en detectar estos patrones de una manera consistente durante el mayor tiempo posible de un registro de datos de satélite".